La determinación de varias manifestaciones del estudiantado de la Universidad del Tolima por involucrarse de lleno en la Mesa Amplia Estudiantil (MAE), desvirtúa la mala fama dibujada por ciertos detractores del proceso en otrora.

Aunque la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE) y su proceso en la Universidad del Tolima, la Mesa Amplia Estudiantil, no gozaron de una acogida trascendental durante el paro y la movilización contra la reforma a Ley 30, ya que los juicios y la practica malintencionada de varios contradictores del proceso, viciaron las miradas de los estudiantes frente a sus labores, hoy por hoy la realidad es otra: tanto la MANE como la MAE se perfilan como los principales referentes organizativos del estudiantado universitario de Colombia y la UT.

La relevancia otorgada por el mismo gobierno nacional y recientemente por Héctor Villarraga, rector encargado de la Universidad del Tolima, más el espíritu unitario de quienes actualmente componen la Mesa, ha jalonado un avance significativo del proceso en la UT: algunos desconfiados se comenzaron a acercar, varios vacilantes empezaron a comprometerse y sus integrantes iniciales afianzaron su compromiso. En definitiva, y puño a puño, entre activistas, representantes estudiantiles, algunos grupos de estudio y procesos organizativos, van forjando la Mesa en la universidad.

En esta tarea, los acercamientos con el proceso constituyente de la universidad en aras de incluir sus aportes en la construcción de la nueva ley para la educación superior, juegan a favor. Además, el reconocimiento de la realidad concreta que afronta la universidad como fuente para pensar el proyecto de ley y la UT misma, y el diseño de mecanismos de inclusión para la toma de ciertas decisiones, proporcionan mayores criterios para la amplitud del proceso en la Universidad del Tolima.

Sin embargo, este es un paso entre muchos que debe dar la MAE en la UT. Varios integrantes de las organizaciones estudiantiles involucradas en el proceso así lo afirman: es necesario garantizar una mayor inclusión y participación de esos estudiantes que tomaron parte en el paro y la movilización, ya que son ellos parte de la base fundante de la Mesa. En otras palabras, aún queda mucho trecho por recorrer y muchos a quien recoger.

Las conclusiones del primer encuentro organizativo de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE) realizado en Ibagué durante el 28 y 29 de Enero, convocarán, próximamente, a los estudiantes de la universidades públicas, privadas, institutos tecnológicos y del SENA a destacar sus delegados para la reunión de su comité operativo.

En aras de materializar tal decisión, las expresiones más notables del movimiento estudiantil en la Universidad del Tolima, perfilan sus apuestas para no quedarse atrás, y, si es posible, ocupar un puesto de la primera fila para asistir al encuentro del órgano operativo nacional de la MANE.

Por esta razón, se comienzan a fraguar, por ejemplo, asambleas estudiantiles como propuesta metodológica idónea para elegir los delegados en cuestión, mas barajas de candidatos previamente postulados que condicionen a los participantes a un conjunto de opciones inamovibles.

No obstante, e independiente del mecanismo que cada agrupación o proceso organizativo este perfilando para realizar tal elección, los intercambios de ideas, las discusiones informales y los acercamientos de posturas entre las tendencias del movimiento estudiantil en la UT, ponen de relieve varias tensiones y preocupaciones: ¿Cómo garantizar la participación de aquellos quienes tomaron parte activa del paro nacional universitario en la elección de los delegados? ¿Cómo involucrar a quienes se autorepresentan como excluidos del proceso? En otras palabras, ¿Cómo hacer de la MANE un asunto de la mayoría de expresiones del estudiantado de la universidad?

Además, en un momento en que el fervor ha mermado, los niveles de participación han disminuido más de los registrados durante el paro y la presión académica es una constante, pensar una dinámica incluyente es un reto, en especial cuando es urgente articular a las manifestaciones de los estudiantes participes en la dinámica del paro, y a quienes también lo hicieron.

Desafortunadamente, sobre el proceso de elección que se avecina no hay certezas plenas, predominan varias incertidumbres que, en un momento determinado, pueden enredar el presente y el futuro de la MANE en la UT o puede permitir su desenvolvimiento y desarrollo en un futuro próximo.

El punto es: en la medida en que las expresiones del movimiento estudiantil en la UT comprometidas con la MANE y aquellas que desean hacerlo, concreten un mecanismo incluyente para elegir a los delegados al comité operativo, se abre una posibilidad para resolver el problema central de la Mesa en la universidad, es decir incluir a los estudiantes.