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EN PLENA CRISIS Y LE ACELERAN A LA REPRESIÓN


En medio de la peor crisis que ha podido atravesar la Universidad del Tolima, vio la luz pública un documento-“propuesta” de Régimen Disciplinario Estudiantil. En ocho páginas, el proyecto de acuerdo –el cual deberá pasar por el Consejo Superior– detalla un conjunto de faltas disciplinarias y las sanciones que merecen dichas faltas, así como el conducto regular que deberán transitar quienes incurran en estas.

Aunque la “propuesta” de Régimen Disciplinario Estudiantil marcha entre secretos, porque ningún directivo de la universidad ha salido a respaldarla o a cuestionarla, lo cierto es que augura un conjunto de medida represivas contrarias a los preceptos de la universidad moderna; además, se presenta como un importante mecanismo de contención de los malestares que ha despertado la actual crisis financiera de la UT. En definitiva, da la impresión que el régimen disciplinario está orientado a limitar el activismo estudiantil y legitimar una universidad al servicio del mercado y el orden existente.

Vale la pena señalar que esta “propuesta” actúa en contravía de los acuerdos firmados el pasado 11 de septiembre, después de la ocupación de la rectoría de la universidad. Se suponía que José Herman Muñoz se había comprometido a adelantar una discusión de cara a la comunidad universitaria sobre la reforma del estatuto estudiantil, el estatuto profesoral, el estatuto general y la política de psicotrópicos y psicoactivos (ver compromisos adquiridos por los candidatos). Lastimosamente, con su silencio cómplice para con este régimen disciplinario demuestra que no le interesa en nada cumplir su compromiso.

LICENCIATURAS EN JAQUE

Ana Katherine Moreno, estudiante de la UPN y activista de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU-Colombia). Foto: AEP.

El Ministerio de Educación Nacional (MEN), en su afán por “mejorar la calidad educativa”, ha desatado un importante debate sobre el futuro de las licenciatura en Colombia, promoviendo un proyecto de resolución que establecerá los criterios de calidad que deberán definir –de ahora en adelante– a los programas de formación de profesores. Con el fin de explorar las dimensiones y significaciones de esta apuesta, Andrés Barrero, estudiante de Ciencias Sociales de la Universidad del Tolima y activista estudiantil, conversó con Ana Katherine Moreno, una estudiante de la UPN y activista de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU-Colombia), sobre el proyecto de resolución gestionado por el MEN, así como de sus alcances e implicaciones para las licenciaturas.

CRISIS Y BENEVOLENCIA EN LA UT


La crisis de la Universidad de Toima ha tocado un nivel total de preocupación dentro de la comunidad. Hace pocos días, el recientemente reelegido rector José Herman Muñoz, emitió un comunicado especificando tres puntos álgidos para la situación de la universidad: el calendario académico, el recaudo de las matrículas y la relación de la UT con los profesores catedráticos. Aspectos que han producido angustia y asombro en el Alma Mater.

Para el punto de las matrículas, el señor rector hizo referencia a que el recaudo del costo de la matrícula del período académico 2016-A tendrá plazo hasta el día 30 de diciembre del año en curso, esto (según él) con el propósito que los estudiantes evitemos el aumento del costo de vida que se empieza aplicar desde el 1 de Enero de 2016 en todo el país. Sin embargo, ¿Esta será una verdadera razón de tal adelanto? ¿Estas son las condiciones “privilegiadas” que tenemos los estudiantes de la Universidad del Tolima? O, ¿Habrá otras intenciones detrás de esta idea?

Tras toda esta serie de hechos lo que resta preguntar es por qué si la administración de la universidad tiene un acto de benevolencia frente al recaudo de las matriculas no lo aplica en 2016. Sería un gran “privilegio”, que los estudiantes pudiéramos cancelar nuestras matrículas del semestre A en Enero del 2016 como se ha venido haciendo y que sea esta benevolente administración quien asuma el descuento del incremento del costo de vida. Eso sí sería generar condiciones para el estudiantado y la comunidad, por lo que se hace la invitación al señor rector de la Universidad del Tolima, al CSU y a la comunidad en general que a sentarnos concienzudamente y en conjunto buscarle a la crisis una solución óptima que nos beneficie a todos.

EN LA CÁRCEL TAMBIÉN PROTESTAN

Desde el pasado 9 de noviembre, los prisioneros políticos y de guerra que se encuentran en el complejo penitenciario y carcelario de Coiba-Picaleña (Ibagué), adelantan un acto de desobediencia pacífica y huelga de hambre, en el marco de una jornada nacional por la libertad de los prisioneros que se encuentran en grave estado de salud en diferentes cárceles del país.

Cartel presentado en el marco del plantón de solidaridad con los prisioneros políticos efectuado el 9 de noviembre en la Plaza de Bolívar de Ibagué. Foto: AEP.

Según la Corporación Semilla y Memoria, una entidad encargada de velar por los derechos de los prisioneros políticos en Tolima y Huila, quienes hoy se suman a la jornada de protesta en Coiba-Picaleña ascienden aproximadamente a “210 prisioneras y prisioneros de los Bloques 5: Patios 1, 3, 10, y 9; Bloque 2: Patios 1B, 2A y 2B; Bloque 3: Patios A y B; y, de la reclusión de mujeres”, como lo manifestaron en una comunicación abierta.

Las razones e esta manifestación, como lo señala la Corporación, se asocian a una reivindicación muy puntual: “exigir del gobierno del presidente Santos, la puesta en libertad, sin condición alguna, de los prisioneros y prisioneras de guerra que se encuentran en gravísimo estado de salud”, argumentando un grado de humanidad por parte del Estado para con “los prisioneros en grado terminal de su enfermedad y como gesto inequívoco de paz en reciprocidad con los 18 actos unilaterales hechos por las FARC-EP”, esto en miras del desescalamiento del conflicto armado en el país.

A este respecto, las FARC-EP, desde La Habana-Cuba exigieron, en su último comunicado de prensa, la libertad inmediata de 81 prisioneros políticos y de guerra que se encuentran en delicado estado de salud, pues esto sería muestra de voluntad de cara al desescalamiento del conflicto.

Aunque al día de hoy el gobierno no se ha pronunciado frente a esta protesta nacional, los manifestantes de Coiba-Picaleña convocan a la solidaridad del campo popular con el fin de visibilizar los graves problemas que viven en la cárcel quienes tomaron la determinación de enfrentar el régimen político existente y al Estado, así como con las paupérrimas condiciones en las que se encuentran la totalidad de la población carcelaria.

Leer el comunicado completo de la Corporación Semilla y Memoria.

DE LO ACORDADO A LO REALIZADO: LA RESPUESTA ESPERADA A LA EXIGENCIA DE LOS ESTUDIANTES


El pasado 10 y 11 de Septiembre del año en curso y en el marco de la consulta para rector en la UT, algunos estudiantes de diferentes carreras de la universidad decidieron ocupar, de manera pacífica, el edificio de la rectoría. La razón no fue otra más que exigirle a los candidatos a rector (ya fuese el reelecto José Herman Muñoz o Germán Rubio) el abordaje y la solución de 6 puntos importantísimos para los estamentos universitarios y, en general, para el Alma Mater (ver Pliego de Exigencias: “Por una universidad autónoma y democrática”).

En esta vía y tras un dialogo y una negociación con los dos candidatos y de frente a toda la comunidad universitaria en el parque Ducuara, tanto Muñoz Ñungo como Rubio estuvieron de acuerdo con la mayoría de exigencia que planteaba el pliego como la restructuración de los estatutos tanto el general como el estudiantil, discutir y construir una propuesta en torno a los psicoactivos y psicotrópicos circulantes dentro del campus, repensar las medidas para salvaguardar el bienestar y el carácter público de la Universidad del Tolima dándole el espaldarazo final a la mega minería y, en especial, a Anglo Gold Ashanti, entre otros puntos (ver Conclusiones y Compromisos de la Amarrada a la Rectoría).

Al día de hoy, ante una situación en la cual la universidad ha tocado fondo, porque el rector reelecto ha generando un endeudamiento por 10.000 millones de pesos, de los cuales no es claro a cuánto tiempo ni el interés que le toca paga la UT, como una de las soluciones más “viables” para la institución, es importante que el señor rector empiece a darle viabilidad a los acuerdos firmados en septiembre y que estos puedan propiciar construcciones de cara y con la participación activa de la comunidad universitaria. Por esto, el llamado –señor rector– es a empezar por concretar conjuntamente un cronograma en donde los estudiantes, profesores y administrativos puedan tener una agenda común en la resolución de dichos puntos y en la superación de la crisis que afecta hoy por hoy a nuestra universidad.

Diana Marcela Reyes Murillo Representante Estudiantil de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (FACEA)

LOS COMPROMISOS DEL FUTURO RECTOR


Con motivo a la consulta realizada a los estamentos universitarios para conocer su apreciación sobre la persona que deberá dirigir la Universidad del Tolima durante los tres años venideros, un grupo de estudiantes ocuparon la rectoría de la universidad, con el fin de protestar por la forma insulsa y antidemocrática cómo se vienen tomando las decisiones dentro del Alma Mater del Tolima.

Tras 26 horas de ocupación, que culminó con un compromiso público por parte de los candidatos a la rectoría frente a varios aspectos de vital importancia para la universidad (ver compromisos adquiridos por los candidatos), los estudiantes retomaron los debates en torno a la desfinanciación estatal de la universidad, el proyecto misional de la institución, la participación de los actores universitarios en la vida del Alma Mater y el abordaje mancomunado de la comercialización y consumo de psicotrópicos y psicoactivos en la universidad. De esta manera, estos estudiantes lograron poner en la picota pública algunos temas álgidos para la vida universitaria y abrir una zanja para construir apuestas comunes con los profesores y trabajadores alrededor de problemas claves que requieren soluciones en el marco de la autonomía universitaria.

Ahora bien, quien sea la principal autoridad académico-administrativa de la universidad le corresponderá darle trámite a los compromisos adquiridos el pasado 11 de septiembre, convocando una reunión del Consejo Superior ampliado para abordar temas de interés enmarcados dentro de los compromisos adquiridos, así como presentando una programación y una metodología para iniciar la reforma de los estatutos y la construcción de una política que aborde la comercialización y consumo de psicotrópicos y psicoactivos en la universidad.

Por esto, es necesario que el estudiantado despierte, se articule y enriquezca el caudal de lucha que se ha levantado en aras de revitalizar la autonomía universitaria y proyectar, en su marco, iniciativas de resistencia frente a la desfinanciación de la universidad y la posible subordinación de la academia, la docencia y la extensión social en torno a la minería y la explotación indiscriminada de la riqueza natural en el Tolima.

AMOR, PAZ, DEMOCRACIA, SOBERANÍA, INDEPENDENCIA, LIBERTAD… TODO ESO ES VOTAR POR GUILLERMO CANO

Guillermo Cano interviniendo en la plaza pública. Foto: Conexión Abierta TV

Guillermo Cano no es de aquellas personas que ejercen la política como “oficio vulgar de ganapanes”, para utilizar el decir de Darío Echandía. No es un político de los que trabajan con la obsesión de construir su propio pedestal. No le interesa que un día se vaya a escribir su biografía. Ni va a morir mirándose en el espejo. Guillermo Cano es un hombre dedicado, en cuerpo y alma, a servir al pueblo.

Cuentan los viejos rosaristas, aquellos que estudiaron en el Claustro donde todavía resuenan las palabras de José Celestino Mutis trasmitiendo a los neogranadinos el contenido del “golpe cosmológico” propinado por Copérnico al narcicismo de la humanidad, que monseñor José Vicente Castro Silva, quien fuera rector de dicha universidad durante 38 años, solía decir a sus discípulos: “El que quiera colocarse por encima de los demás, que se dedique a servirles”. Admonición contundente de típico contenido escolástico –imbricada en la concepción tomista del “bien procomún” – que vale la pena evocar ahora, cuando las nuevas concepciones cristianas, precipitadas por la palabra viva e hiriente del Papa Francisco, procuran devolver a quienes hicieron de la Cruz su símbolo, el sentido primigenio y generoso de “la entrega”.

Pero la entrega de un hombre como Guillermo Cano a los demás va mucho más allá que eso: Él nunca ha tenido el afán de “colocarse por encima”. Es más, dicho afán, si se le sugiriera, sería inmediatamente rechazado por él, por vergonzoso. Este hombre no conoce la arrogancia ni ha sido, para nada, un aprovechado. Pero no se crea que es “persona servicial” en el sentido ingenuo de la palabra. Él sirve para que la causa de los desposeídos, la transformación radical de la sociedad, se pueda realizar.

Guillermo ha sido un luchador social. Es un campesino de tiempo completo. Ha librado incontables batallas por la reforma agraria integral, el derecho a la educación, a la salud, a la cultura, al disfrute del ambiente y la preservación de la biodiversidad. Es un verdadero adalid de la defensa de los territorios, de los derechos humanos, del derecho de gentes, del derecho de los pueblos a la autodeterminación, del derecho humanitario, de la soberanía alimentaria, de las zonas de reserva campesina. Tiene una sólida cultura política adquirida en la praxis, en la universidad de la vida; su sabiduría no es el típico subproducto del adiestramiento libresco. Para él, el conocimiento no es simple “mariposa de contemplación” sino Caja de herramientas para transformar profundamente las estructuras obsoletas que rigen la vida de Colombia; y para hacer que la letra inane de los pomposos dictados constitucionales algún día se convierta en realidad. Pareciera que él ha hecho suyas las palabras de Gaitán: “No queremos la igualdad formal ante la ley; necesitamos la igualdad real ante la vida”.

Hablando en términos históricos, Guillermo Cano es un comunero de los que vivían -al choque de las realidades- la consigna justiciera de José Antonio Galán: “Unión de los oprimidos contra los opresores”. Un libertario independentista convencido con Simón Bolívar que los hombres somos pigmeos al lado de los pueblos y que “somos simples briznas en medio del huracán revolucionario”. Un radical que piensa, como Murillo Toro, Santos Acosta, Santiago Pérez, Aquileo Parra y Baldomero Sanín Cano, que la educación es lo que hace al ser humano y por ende lo que lo libera. Un gaitanista cabal, indo-colombiano. Una vez, conversando en Bogotá sobre la gesta del “apóstol, paladín y mártir”, como llamara Darío Samper al hombre que fue un pueblo, me dijo: “Algún día tendremos una patria como la que Gaitán soñó y ambicionó para su pueblo”.

Guillermo Cano es enemigo declarado de la miseria, del neoliberalismo, de la explotación del ser humano, de la megaminería depredadora, del espíritu cipayo de los gobernantes que lotean la nación y disponen del suelo sagrado de los colombianos para ponerlo al servicio de las multinacionales… ¡Y, obviamente, de la globalización de la indignidad!

Ese hombre del “puro pueblo”, auténtico, leal a sus convicciones, íntegro en su proceder, perseguido, zaherido, fogueado en mil batallas, sin esguinces ni anfractuosidades en su compromiso con la comunidad, hace parte de la lista de MAIS a la Asamblea del Tolima, en representación de ‘Marcha Patriótica’. Si él llega a esa corporación -como yo lo espero- va a honrarla con su proceder intachable y decoroso; y con la sapiencia que la vida le ha dado. Él no le va a jugar al CVY (¿Cómo voy yo?), ni al CVS (¿Cómo va mi secta?), sino al CVT y al CVC (¿Cómo va el Tolima? ¿Cómo va Colombia?).

Desde los tiempos en que Juan de la Cruz Varela fue Diputado a la Asamblea del Tolima por el gaitanismo (períodos 1.945 – 1.947 y 1.947 – 1.949) ningún campesino de la talla, la visión, el liderazgo y la prospectiva de Guillermo Cano ha ocupado una curul en dicha Corporación. ¡Su llegada a ella sería un hecho verdadero de ruptura popular constituyente!

Votar por Guillermo Cano es votar por la autenticidad; por lo raizal; por el respeto a “la Pachamama”; por la Justicia redistributiva; por la lucha contra el despojo, el atropello y la “acumulación por desposesión”, de acuerdo con el sabio decir de David Harvey.

Pero, ante todo, votar por Guillermo Cano es votar por la paz. Por la paz con justicia social, y con dignidad. Por el éxito de un proceso que se ha constituido en el acontecimiento político más importante de los últimos cincuenta años en Colombia; más importante, incluso, que la expedición de la Constitución de 1.991. ¡Porque la firma del Acuerdo definitivo entre el gobierno y la insurgencia armada está destinada a tener mayores desarrollos, significaciones más hondas y más grandes repercusiones!

Votar por Guillermo Cano es votar por la siembra de una Democracia nueva y directa que comience a erigirse en Colombia como contrapartida de los engaños, las falacias, las simulaciones, las tramas, las operetas, el gatopardismo, los atropellos y las barbaridades de una ‘clase dirigente’ irresponsable que ha consagrado el clientelismo, las privatizaciones, la corrupción, la narcopolítica, la parapolítica, el vasallaje, la indignidad, como los factores constitutivos del ethos de la patria. Clase dirigente que posibilitó el auge y la prepotencia del oligarquiconarcoparamilitaroterratenientismo.

¡Votar por Guillermo Cano es un acto de Paz, Democracia, Soberanía, Independencia y Libertad!

¡Votemos por Guillermo Cano para contribuir a forjar una patria en la que todos vivamos bien!

¡Votemos por Guillermo Cano para asomar nuestros perfiles al futuro que amerita la construcción de un nuevo Tolima, de una nueva Colombia, de una nueva humanidad!

Escrito por Jairo Rivera Morales, ex-senador de la República

CONCLUSIONES Y COMPROMISOS DE LA AMARRADA A LA RECTORÍA DE LA UT

Los activistas y estudiantes que protagonizaron la protesta en la rectoría de la UT el pasado 10 y 11 de septiembre dialogaron públicamente con los candidatos a rector para el periodo 2015-2018: José Herman Muñoz (rector actual) y Germán Rubio. A partir de este dialogo, quedaron las siguientes conclusiones y compromisos.


TOMA A LA RECTORÍA DE LA UT: POR AUTONOMÍA Y DEMOCRACIA

Activistas y estudiantes de la Universidad del Tolima se tomaron la rectoría demandando la presencia de los dos candidatos a rector José Herman Muñoz, actual rector de la universidad, y German Rubio, quienes serán puestos a consideración el día de mañana en una consulta a la comunidad universitaria

Exigencias de los estudiantes agolpados en la rectoría de la UT. Foto: AEP.

Igualmente, se generó un plantón en la puerta de la rectoría como consecuencia de la poca participación que tiene el estudiantado frente a al proceso de elección. Los estudiantes piden, por medio de un comunicado, al Consejo superior que “se reanude el proceso de elección, abrir una nueva convocatoria” y que haya una legitimación del resultado de la consulta haciendo a la comunidad universitaria participe de la elección de rector. Estas exigencias son, como lo ratifica el documento, para bienestar de la comunidad y como exigencia de atención a los problemas severos que la Universidad presenta actualmente.

Con pancartas y amarrados a la puerta de la rectoría los estudiantes, afirman quedarse en el lugar hasta que se hagan presentes los candidatos anteriormente mencionados. En la marcha la Defensoría del Pueblo visitó el lugar asegurando que a primera hora del día de mañana se encontrarán dispuestos los dos candidatos a dialogar acerca de los 6 puntos, expuestos en el pliego de exigencias (ver documento completo).

La toma pacífica de la rectoría se extenderá hasta el día de mañana ya que el candidato Rubio no se encuentra en la ciudad.

PLIEGO DE EXIGENCIAS: “POR UNA UNIVERSIDAD DEL TOLIMA AUTÓNOMA Y DEMOCRÁTICA”

Exigencias de los estudiantes agolpados en la rectoría de la UT. Foto: AEP.

Ante la necesidad de elegir el nuevo rector de la Universidad del Tolima, su Consejo Superior definió un proceso tendiente a agotar los requisitos que contempla la normatividad para tomar esta decisión: apertura de convocatoria, revisión de las hojas de vida, consulta a los estamentos universitarios, entrevista con los candidatos y sesión única para determinar quién será el futuro rector de la universidad; sin embargo, lo hizo en detrimento de un necesario dialogo con el grueso de los estamentos universitarios, mas cuando la comunidad de la UT necesita claridades sobre las razones de su insolvencia financiera y de todas las anomalías que ha atravesado. En otras palabras, el Consejo Superior obró en contravía de un ejercicio realmente democrático que le permitiera a los estudiantes, profesores, egresados y trabajadores documentarse sobre el curso actual de la universidad e incidir en la construcción de salidas a la grave situación que hoy afronta el Alma Mater.

Justo a esto, vale la pena destacar que el proceso que hoy desarrolla el Consejo Superior no asume la elección del rector como una oportunidad para construir una solución a los problemas crónicos que se han enquistado en la UT. Mientras los candidatos hacen proselitismo e inundan las redes sociales con discursos optimistas, los estamentos universitarios, especialmente los estudiantes, nos hundimos en la zozobra al no saber cuál va a ser el futuro de la universidad. De esta manera, el clima en el que se está efectuando el proceso conducente a la elección del rector por parte del Consejo Superior supone que la UT va por buen camino, que “la crisis no existe” y que la universidad es el vivo reflejo de la autonomía universitaria.

Lastimosamente, nos corresponde elevar –junto a quienes en los últimos días también lo han hecho– una voz de inconformidad. No creemos que la situación de la universidad deba menospreciarse como actualmente está ocurriendo y que la elección del rector (o su reelección) signifique darle una mera palmadita en el hombro a quien lo va a asumir. Por esto, queremos dejar constancia que la mejor determinación que puede tomar el Consejo Superior en este momento es la de reanudar todo el proceso de elección, abrir una nueva convocatoria para que los estamentos postulen sus candidatos y someterlos a una consulta que sea realmente respetada por el Consejo.

Y, como sabemos que no será así, porque el afán del actual rector-candidato lo obliga a que el Consejo Superior decida quién será el rector antes del 25 de octubre, consideramos urgente que los dos candidatos –en primera medida– que hoy se disputan la rectoría de la universidad asuman unos compromisos con quienes estamos protagonizando la presente acción de protesta; por lo cual, exigimos de manera inmediata la presencia del rector-candidato José Herman Muñoz y el candidato Germán Rubio, así como la presencia del representante de los estudiantes ante el Superior, el representante de los profesores y el representante de los egresados, con el fin de concretar un compromiso inicial de cara a la determinación que tomará el Consejo Superior.

Creemos oportuno aclarar los compromisos a los que aspiramos no corresponden a unos intereses de grupo, sino que corresponden a reivindicaciones históricas de los estudiantes que son necesarias materializar.

1. Construir salidas a la crisis financiera de la Universidad del Tolima en común acuerdo con los estamentos universitarios, privilegiando el dialogo permanente a través de asambleas u otros mecanismos de participación y sin acudir a la profundización de las estrategias de autofinanciación como el aumento de los costos de matricula o la venta de servicios a empresas privadas dedicadas a la explotación de la riqueza natural del departamento.

2. Declarar públicamente que la universidad no comprometerá sus funciones misionales: docencia, investigación y extensión, al servicio de las actividades mineras que se pretenden desarrollar en Cajamarca o en cualquier municipio del departamento.

3. Facilitar, junto con los representantes estudiantiles, profesorales y de egresados, la realización de una audiencia pública con todos los integrantes del Consejo Superior a la cual puedan participar los estamentos universitarios y los movimientos sociales del departamento, antes de la sesión definitiva que definirá quién será el rector de la UT.

4. Iniciar un proceso de reforma de los estatutos de la universidad (estatuto general y estatuto estudiantil), en aras de modificar los mecanismos de participación de los estamentos universitarios, así como su incidencia en las decisiones en los Comités Curriculares, los Consejos de Facultad, el Consejo Académico y el Consejo Superior.

5. Elaborar, de la mano de los estamentos universitarios, una hoja de ruta para abordar el problema de la comercialización y consumo de psicotrópicos y psicoactivos en la universidad, sin tener que apelar a medidas que signifiquen tratamientos represivos o policivos que tiendan a quebrantar la autonomía universitaria.

6. Garantizar que no habrá ningún tipo de represalia disciplinar o académica contra quienes hoy están protagonizando la presente acción de protesta.

Esperamos que estos compromisos ayuden a revitalizar el ejercicio democrático en la universidad y le permitan a los estamentos universitarios asumir un papel realmente protagónico en la vida universitaria de la UT.

Universidad del Tolima, 10 de septiembre de 2015

ACTIVISTAS Y ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD DEL TOLIMA

NO TE DEJES METER EL GOL: 5 RAZONES PARA NO VOTAR EN LA CONSULTA POR RECTOR DE LA UT

El próximo viernes 11 y sábado 12 de septiembre se realizará la consulta para determinar el candidato con más simpatía entre la comunidad universitaria que podría asumir la dirección de la UT. Y, como ninguno representa la continuidad de los males que han definido a la universidad, presentamos a continuación 5 razones para no votar en la consulta y promover la abstención.


GUILLERMO CANO: ENTRE LA TIERRA Y LA POLÍTICA

En medio de los conflictos entre trabajadores campesinos y terratenientes, nació, creció y se formó Guillermo Cano. Oriundo de Antioquia, vivenció los abusos de los hacendados, quienes aprovecharon la “violencia bipartidista” para satisfacer sus intereses sobre la tierra, hasta cuando tomó la determinación –a sus 13 años– de enfrentar el oprobio y la injusticia. De ahí en adelante, ha estado en todas en las que ha podido, guardando fidelidad a los principios de abnegación, amor al pueblo y lucha incesante por la paz.

Guillermo Cano interviniendo ante el pueblo de Anaime-Cajamarca. Foto: AEP.

Guillermo se destacó como agitador y organizador en los diferentes lugares donde ha estado. A comienzos de la década del 70, en la zona bananera del Urabá, ayudó en la estructuración de un sindicato de trabajadores de las bananeras en el municipio de Apartadó y, de forma casi simultánea, en la conformación de la Junta de Acción Comunal en Cabeceras de Mulato. Cuando le tocó radicarse en Medellín, ya que su vida estaba en riesgo por el trabajo que había realizado en el Urabá, continuó alentando la organización de los sectores populares de la comuna oriental, así como su articulación en torno a la naciente Unión Patriótica, agrupación a la cual se vinculó por su simpatía y a la que levantó junto con sus compañeros del Partido Comunista Colombiano y un basto numero de activistas que vieron en la UP una opción distinta a los partidos tradicionales.

Lastimosamente, la barbarie militar y paramilitar de mediados de la década del 80 acompañada del silencio cómplice del Estado, obligaron a Guillermo a mirar hacia otro lugar. Como Medellín ya no era segura, optó por desplazarse hacia Cali, ciudad que lo acogió de una manera muy ingrata porque también fue victima de la persecución. Aún así, siguió acompañando a las agrupaciones de los trabajadores y cultivando la organización de los sectores populares hasta cuando las condiciones se lo permitieron, ya que Cali lo despidió de la misma forma como lo recibió, lo cual le significó moverse e instalarse en la fría Bogotá.

En la capital, Guillermo no renunció a su actividad política. En Ciudad Bolívar no perdió oportunidad para incitar a la organización, conformar asociaciones de destechados, invadir predios y construir esperanzas de vida con quienes –al igual que él– no tenían nada que perder; incluso, su activismo le permitió acercarse a los jóvenes y levantar iniciativas en las cuales la música, la danza y el teatro estuvieron presentes. A pesar que su paso por Bogotá fue transitorio, porque comenzó a compenetrarse con el movimiento campesino del sur y el oriente de Cundinamarca, no abandonó los hilos que lo ataban al proceso en Ciudad Bolívar.

Después de Bogotá, Guillermo se desplazó hacia el campo. Suponiendo que iba a encontrar algo de tranquilidad, no dudó en irse a vivir a la zona rural de Dolores-Tolima. Sin embargo, ese municipio no escapaba a la dinámica del conflicto armado: el avance y expansión del paramilitarismo en el departamento, y los vientos guerreristas que soplaron después del fracaso del proceso de paz del Caguán, convirtieron a Dolores en una zona tensa, agitada por los cruces de disparos y, al igual que todo el sur del Tolima, abandonada por el Estado. Por esto, la tranquilidad que buscaba Guillermo se vio perturbada por la zozobra y la necesidad de elevar –una vez más– una voz de protesta contra la injusticia y la necesidad de ponerle punto final al conflicto armado colombiano.

En Dolores, Guillermo animó la organización del campesinado y protagonizó varias movilizaciones y protestas. Alrededor de la necesidad de resolver los principales problemas de los pequeños agricultores, él articuló sus esfuerzos y el de sus compañeros a todo un movimiento departamental que en 2007 confrontó al gobernador Oscar Barreto y paralizó la ciudad de Ibagué. De esta manera, Guillermo comenzó a destacarse como un activista notable y distinguido en el Tolima, lo cual le permitió integrar –desde su fundación– el equipo de dirección departamental de la Asociación de Trabajadores Campesinos del Tolima (ASTRACATOL) y años después el Comité Ejecutivo de la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria (FENSUAGRO), en el cual hoy es su vicepresidente.

Guillermo Cano participando en la rueda de prensa convocada por la organizaciones sociales y políticas en Ibagué-Tolima. Foto: AEP.

La experiencia de Guillermo le dio para comprender que la política también se ejerce al margen de las corporaciones y los cargos públicos. En su práctica, tal ejercicio pasa por la calle y se recrea en la protesta, la movilización y el paro, porque tienden a modificar las políticas de un gobernante o una institución y no limita la participación de la gente a la concurrencia a unas votaciones o a criterios de edad: para Guillermo, la política la pueden protagonizar todos quienes busquen un fin común y tengan la capacidad de unirse y ejercer la presión suficiente para lograr sus cometidos.

¡Obvio! Guillermo también tiene claro que la política y la lucha por el bien común se desarrolla en los consejos, las asambleas y el parlamento, sin que en estos se logre todo. Y, aunque no ha podido ejercer su derecho al voto plenamente, cuando pudo animó candidaturas con vocación popular o ayudó a quienes aspiraban a constituir una voz disidente en las corporaciones públicas. ¡Eso si! La mayoría de las veces dichos apoyos no representaron ganancias notables, porque siempre le significó enfrentarse a maquinarias tradicionales bien aceitadas que con prebendas sedujeron votos y aseguraron concejales, diputados, representantes y senadores.

Pese a esto último, Guillermo considera que las condiciones han ido cambiando en el Tolima desde 2007. Los movimientos sociales se han tornado más activos, así como los niveles de insatisfacción frente a la minería a cielo abierto y la privatización del agua. Basado en esto, aceptó la propuesta de algunas organizaciones sociales y populares del departamento de candidatizar su nombre a la asamblea del Tolima y, por primera vez en su vida, asumir un nuevo escenario de lucha.

Guillermo sabe que las posibilidades a la asamblea son relativas, mas cuando tiene que enfrentarse –como ya lo hizo– a gamonales de la política que durante años y años han amasado votos, han estructurado unas maquinarias poderosas y cuentan con los dineros suficientes para afrontar la disputa por una curul en la asamblea; sin embargo, considera que el ejercicio electoral puede constituir una opción para construir, junto a la gente, unas nuevas formas de hacer política y, con posterioridad, nuevos tejidos orientados a transformar las condiciones indignas en las que viven las mayorías en el Tolima y en Colombia.

Escrito por @juangbermudes

3 AÑOS DE ADMINISTRACIÓN. 10 DESACIERTOS FRENTE A LA AUTONOMÍA UNIVERSITARIA

Durante casi 3 años, José Herman Muñoz, actual rector de la Universidad del Tolima y candidato a la rectoría de la institución para el periodo 2015-2018, deja una gestión controversial. A continuación, 10 desaciertos frente a la autonomía universitaria que lo demuestran.


MISERIA Y DESPOJO POR DESARROLLO

En el momento actual, el cual está cruzado por unos diálogos entre el gobierno nacional y las FARC-EP, hablar de paz implica superar las causas estructurales que generaron y alimentan el conflicto social y armado colombiano. Lastimosamente, el gobierno de Juan Manuel Santos, a través del Plan Nacional de Desarrollo (PND), obra de manera contraría a esto, porque pretende sumir, todavía más, al campesinado y las comunidades rurales en la pobreza. Al respecto, las políticas contempladas en el PND proyectan al campesinado como la principal víctima del despojo de los territorios y los bienes comunes naturales, ya que en sus territorios pretenden desarrollarse proyectos minero-energéticos. Por esto, la llegada de empresas privadas nacionales y extranjeras con estos propósitos, representa el saqueo de los recursos naturales, afectando los ecosistemas y arrasando con la vida productiva del campesino.

Asamblea popular realizada en la vereda Vera-Cruz del municipio de Alvarado. Foto: AEP.

En este marco, el día 9 de agosto de 2015, en la vereda Vera Cruz perteneciente al municipio de Alvarado, se dieron cita masivamente comunidades campesinas de Alvarado, Anzoátegui y Venadillo, con el fin de discutir, en una asamblea popular, la problemática derivada de construcción de una hidroeléctrica sobre el río Totare, La China y otros afluentes cercanos. Vale la pena resaltar que precisamente esos ríos abastecen de agua el diario vivir de las comunidades rurales y también las actividades productivas del campesinado y que la construcción de un proyecto de ese tipo alteraría la dinámica productiva de las familias, así como los usos del suelo.

A pesar de que la politiquería no perdió su oportunidad para desfilar y despertar simpatías presentándose como defensora de las reivindicaciones y necesidades del campesino, no socavo la voz del cafetero, el cañero, el pequeño ganadero, el que trabaja la tierra y obtiene de ella su sustento, las mujeres, los niños y toda las comunidades allí reunidas, quienes expusieron, con gran preocupación el despojo del que ya están siendo víctimas y las afectaciones que traerá consigo el proyecto hidroeléctrico. Afectaciones de índole social, económica, ambiental, porque la hidroeléctrica no redundará en mejores condiciones de vida para el campesinado de la región; por el contario, está concebido para favorecer los intereses de unos pocos, en la medida en que el PND del gobierno le otorga prioridades al capital privado en contra de los derechos del pueblo.

Este proyecto no sólo implica daños al ecosistema, desviamiento del cauce de los ríos y alteración del ciclo de vida de los peces, la fauna, la flora; también empobrecerá aún más las condiciones de vida del campesinado, como lo señaló uno de los tantos cultivadores participantes en la asamblea que se opuso al proyecto: si hoy nos encontramos en desventaja competitiva frente a los productos importados que entran al país por los tratados de libres comercio, cómo será cuando no tengamos agua y las tierras estén secas…

Ante los proyectos que buscan el despojo de los territorios, la configuración, estudio y consolidación de las Zonas de Reserva Campesina (ZRC) como medio de salvaguardar el territorio por parte de las comunidades es una opción muy viable en estos momentos, por cuanto le permite a las comunidades dirigir sus esfuerzos hacia un fin común que sirva para elevar sus condiciones de vida. A través de las ZRC, las comunidades campesinas estarían dando un paso hacia la superación de una de las grandes causas del conflicto social y armado: la concentración de la propiedad rural en unos pocos y el despojo de territorio para los grandes proyectos que solo sirven para lucrar a unos pocos.

Escrito por Natalia Suarez y Miguel E. Puentes

ANTECEDENTES DE UN DEBATE SINTETIZADO EN EL ACUERDO 002 DE 2011


El acuerdo 002 de 2011 del Consejo Superior de la Universidad del Tolima modificó la forma cómo eran elegidos los decanos de las facultades. Antes de su entrada en vigencia, los representantes de los estamentos ante los consejos de cada facultad postulaban sus candidatos. Independiente del número, los nombres de esos candidatos eran sometidos a una consulta –por no decir un sondeo de opinión– en aras de determinar quienes tenían mayor aceptación en el profesorado, los estudiantes y los egresados. Los tres candidatos con más aceptación configuraban una terna de la cual el rector de turno designaba uno y posesionaba como máxima autoridad de una facultad. Así, la elección de los decanos no dependía de los estamentos, sino del criterio de los rectores que estuviesen al frente de la universidad.

Esto cambió gracias a un proceso encabezado por los representantes estudiantiles en 2010 y 2011, en el cual transitó por un periodo de debate y desembocó en una reforma al estatuto general de la universidad. Reforma que introdujo una justa reivindicación relacionada con la participación decisoria de los profesores, estudiantes y egresados en la elección de las autoridades universitarias; a la vez que abrió la puerta a prácticas malsanas de corte politiquero en el interior de la universidad. Por esto, el desfile de publicidad acompañada de la feria de prebendas académicas como semilleros, monitorias, viajes al exterior, apoyos financieros, entre otros.

Como expresión concreta del debate desatado en 2010 y 2011 sobre cómo elegir los decanos, quedó una publicación denominada El Informal. En sus 12 paginas, las organizaciones estudiantiles que actuaban aquel entonces en la Universidad del Tolima, junto con ASPU y activistas de SINTRAUNICOL, repensaron el mecanismo de elección de las máximas autoridades en cada facultad. Y, aunque son propuestas distintas, cada una apuntaba hacia un solo horizonte: los estamentos, incluidos los trabajadores, deben tomar parte decisoria en la designación y nombramiento de los decanos.

Lastimosamente, muchos de los elementos de esas propuestas no fueron incorporados en el acuerdo 002 de 2011, sesgando el mecanismo de elección y limitando al voto la participación de la comunidad universitaria, tal y como ocurre actualmente. Por esta razón, y en la idea de modificar la forma cómo hoy se eligen los decanos, volver sobre estas propuestas es fundamental, especialmente para no repetir experiencias desagradables que le permitan a la politiquería y el clientelismo recrearse en la universidad.

ELECCIONES ACOMODADAS. DEMOCRACIA SIMULADA


El próximo 21 y 22 de agosto, se llevará a cabo la elección decanos de la mayoría de las facultades de la Universidad del Tolima. Según el calendario electoral, las directivas universitarias programaron la concurrencia a las urnas con el fin de depositar en los estamentos de cada facultad la elección de sus principales autoridades académico-administrativas. Por esta razón, el pasacalle, el afiche, el saloneo y la reunión en las casas de los candidatos se convirtió en parte de la cotidianidad de la vida universitaria.

Sin embargo, las cosas no son tan normales como parecen. Coincidencialmente, la elección de decanos ha sido programada antes de la elección del rector, la cual se realizará en octubre. Aunque en otras ocasiones estos eventos fueron programados así, en el actual semestre es bastante notorio que las elecciones de decanos servirán de conveniencia para favorecer al candidato-rector, José Herman Muñoz. Al respecto, la más clara muestra de esto se ve con la candidatura de Martha Núñez a la dirección del IDEAD. Candidata a la quien José Herman Muñoz le ha dado todas las garantías con el fin de asegurar su presencia allí, mas cuando el IDEAD está integrado por un gran número de estudiantes de los cuales la gran mayoría no están familiarizados con las problemáticas reales de la universidad del Tolima y son votantes potenciales en una consulta para rector.

Vale la pena subrayar que aras de facilitarle el camino a la candidata de Herman en el IDEAD, Gerardo Montoya terminó “declinando” su postulación a esta dirección y raramente aterrizó como vicerrector de desarrollo humano. Esto supuso una artimaña del rector de turno por despejarle el camino a su candidata y hacerse a los votos que el IDEAD significa para su reelección.

En este marco, es necesario tener en cuenta que mientras la universidad aún atraviesa problemas financieros, los cuales significaron el recaudo adelantado de las matriculas, un recorte de las prácticas de los estudiantes de diferentes carreras, un recorte de monitores para las facultades, además de deudas a profesores catedráticos y un descuido de la granja de Armero, que se encuentra hoy sin agua; el actual rector-candidato, José Herman Muñoz, concentra todo su interés en asegurar su reelección para la próxima administración de la universidad.

Ante esta situación, consideramos pertinente el aplazamiento de la elección de decanos, con el fin de evitar la complicidad de los electos en la posible reelección de José Herman Muñoz; además, este aplazamiento debe permitir resolver otros problemas que hoy son cruciales en la universidad como la crisis financiera que atraviesa actualmente, la ausencia de una política de bienestar que garantice la permanencia de los estudiantes, entre otros asuntos.

Por último hacemos un llamado a la comunidad universitaria en general, a las organizaciones estudiantiles en particular, así como al profesorado y su organización sindical a actuar de manera unitaria para garantizar mayores niveles de transparencia y evitar sesgos desacertados y, en definitiva, prestar la atención debida a los verdaderos problemas por los que pasa la universidad del Tolima.

18 de agosto de 2015

Agencia Estudiantil de Prensa (AEP)
Colectivo Estudiantil Manuelita Sáenz
Activistas estudiantiles del programa de Ciencia Política y Ciencias Sociales

EL SEMESTRE ARRANCÓ CON PROTESTAS

No alcanzó a culminar la primera semana de estudio, cuando los estudiantes de la Granja de Armero de la Universidad del Tolima levantaban sus voces de protesta. En esta oportunidad, la sequía derivada de un largo periodo de verano fue el motivo por el cual los estudiantes de agronomía protestaron, así como ante la solución ofrecida por la administración universitaria frente a tal situación. En este sentido, el pasado viernes 14 de agosto se agolparon en el parque Ducuara de la universidad con el fin de unir sus voces, forjar una rebeldía y exigir a la facultad y la administración universitaria condiciones dignas para el desarrollo de la actividad académica.

DESDE LA PRENSA BOMBARDERON EL PROCESO DE PAZ

Los hechos ocurridos recientemente en La Marina, corrigiendo del municipio de Chaparral-Tolima, en los cuales un sargento del ejército terminó muerto, sirvieron de pretexto para un nuevo ataque contra cese unilateral al fuego y, en general, contra el proceso de paz

Queremos construir la paz: cese al fuego bilateral !YA¡ Foto: Conexión Abierta TV.

Según los medios de comunicación con cobertura en el departamento del Tolima, el pasado 31 de julio de 2015 se presentó un enfrentamiento en la vereda Florestal-Ambeima. Como saldo resultante de esta acción quedo un militar muerto, tal y como lo manifestaron los medios radiales, digitales e impresos.

Lo que no informó la prensa fue lo relativo a las consecuencias de este enfrentamiento. En atención a la información recolectada por la Asociación de Trabajadores Campesinos (ASTRACATOL) y El equipo de Constituyentes por la Paz en el Tolima, la comunidad Campesina de la vereda Florestal-Ambeima en cabeza de sus líderes corroboró esta información, añadiendo datos que los medios oficiales optaron por ocultar:

  1. El combate en el que murió el militar en cuestión fue el resultado de una operación que había iniciado el día antes (30 de julio de 2015), la cual consistía en perseguir a la guerrilla,
  2. Ese mismo 30 de julio en horas de la noche, por lo que indicó la comunidad, se presentaron ametrallamientos desde el aire en límites del Cañón de las Hermosas y el cañón de la Marina, y
  3. Aunque el ejército reportó a la 1:00 am muerto a un militar por un combate con la insurgencia, la comunidad manifestó que tal enfrentamiento se desarrolló desde la 9:00 pm, más exactamente en la casa del señor Nelson Rojas, dejando como saldo la vivienda deteriora por acción del fuego cruzado ya que los militares se apostaron ahí a dispararle a la guerrilla. Esta acción desconoció la vivienda del señor Nelson a la hora del enfrentamiento estaba habitada por niños.

Ante esto, podemos concluir que las acciones reportadas por los medios y, en especial, por los campesinos de la vereda Florestal-Ambeima dejan al descubierto que en Chaparral estaba en desarrollo una operación ofensiva contra la insurgencia, la cual había declarado un cese unilateral al fuego, y que la prensa presentó como un violación al compromiso que anunciaron antes del 20 de julio. Estas acciones, como lo notamos, en nada contribuyen al desescalamiento del conflicto anunciado por el propio gobierno y menos a la concreción de una paz estable y duradera.

En este sentido, llamamos a las organizaciones y movimientos sociales, al Consejo de Paz y al gobierno departamental a pronunciarse sobre este acontecimiento, ya que la paz es una necesidad de todo el pueblo tolimense y colombiano; igualmente, exhortamos a la Mesa de verificación del cese al fuego unilateral y al desescalamiento del conflicto en el Tolima a promover y organizar un acción de verificación que convoque a las organizaciones populares a corroborar los hechos ocurridos en el cañón de la Marina-Chaparral.

Marcha Patriótica-Tolima
Ibagué, 3 de agosto de 2015

LA PAZ NO PUEDE SER EL OBJETIVO DE LA GUERRA

Ibagué, 31 de julio de 2015: acto público de la Coordinadora de Organizaciones y Movimientos por la Paz y en Defensa del Territorio en el Tolima. Foto: AEP.

El logro de la paz sigue estando en la agenda pública nacional, por cuanto constituye un factor de opinión diario que tiene una trascendencia más allá de la firma de un documento protocolario. No hay día durante el cual los medios de información masivos no aborden el tema, así sea en detrimento del proceso de diálogo en La Habana o en contra de unas eventuales conversaciones con el ELN; siendo los medios privados de comunicación parte importante en la agudización del conflicto en el país. Incluso, la paz sigue siendo tan importante que figura como punto de atención para las empresas extranjeras que pretenden nuestras riquezas naturales, teniendo la “paz futura” como escudo económico para sus transacciones.

Sin embargo, la paz que hoy abandera el gobierno nacional dista mucho de la paz que necesitan y anhelan las mayorías colombianas. Las políticas económicas neoliberales de Juan Manuel Santos, quien desde un inicio presentó en su plan de gobierno hoy hecho realidad en un Plan Nacional de desarrollo pilares como Educación, Paz y equidad, que podrían convertirse fácilmente en una falsa apuesta por obtener el poder. Sumado a esto y de la mano del despojo encontramos el tratamiento que le está dando a quienes protestan contra sus medidas y al conflicto social y armado en Colombia, gran contradicción de lo que ha dicho públicamente.

Por ejemplo, no son gestos de paz de cara a un desescalamiento del conflicto armado el aumento de la presencia militar en zonas rurales, como ocurre en Dolores y Roncesvalles (Tolima); tampoco son gestos de paz la persecución contra los líderes sociales y su judicialización por ejercer el derecho a la protesta y la organización, como hace poco pasó con los 13 compañeros del Congreso de los Pueblos, que justamente acaban de recibir medida de aseguramiento en centro carcelario por su presunta responsabilidad y participación en la planeación y ejecución de atentados con explosivos registrados entre el 29 de junio de 2014 y el 20 de mayo de 2015; así como la detención masiva de líderes agrarios de Marcha Patriótica que defendieron la justa lucha campesina en el paro de 2013 y, mucho menos son gestos de paz la profundización del extractivismo, la entrega de nuestras riquezas naturales, como acabó de pasar con el río Magdalena concesionado a la estatal Hidrochina, y los imparables bombardeos que terminan desplazando a campesinos por el territorio nacional. Por esto, la paz del gobierno no contempla cambios de fondo en sus políticas, sino un puro interés por desmovilizar la insurgencia mientras los problemas de las mayorías seguirán vivos.

La crisis de la salud no pasa desapercibida en Ibagué, por lo que en días pasados La clínica Minerva, dio a conocer a la opinión pública la aprobada liquidación y disolución de la entidad por cuenta de deudas que ascienden a los $20 mil millones de pesos, crisis que sin lugar a dudas afectan no solo a sus usuarios sino a sus más de 300 trabajadores a los que desde hace tres meses la entidad les adeuda su salario, sumado a cesantías y prestaciones. La crisis económica que afronta la Clínica obedece a deudas por más de $20 mil millones por parte de las EPS’s y la misma administración municipal, que le debe cerca de 200 millones de pesos.

En esta dirección, las organizaciones y movimientos sociales y populares así como las agrupaciones políticas que actuamos en los territorios del Tolima, consideramos inoportuno la ambigüedad y la sed de sangre del presidente Santos, en la medida en que no aclimata el terreno para la paz, sino para acostumbrar más a los colombianos al ejercicio de la guerra, la represión, la persecución y la judicialización de quienes piensan diferente; en otras palabras, vemos en Santos un aliado de quienes no les interesa resolver el conflicto armado colombiano por medio de salidas que no signifiquen cambios de fondo, ni el conflicto social puesto que anunció hace tiempo que el modelo de desarrollo será intocable.

Es un deber histórico y moral perseguir el sueño de la paz para el país, el cese de hostilidades, los acuerdos respetados, la paz como interés nacional y no como mecanismo para perpetuar la guerra, como una recompensa para los pobres del país, que llevados por la rancia oligarquía, atrasada y negligente ha permitido eternizar una guerra que le cuesta la vida a millones de colombianos y que nos cuesta la libertad a los luchadores sociales. Las organizaciones aquí firmantes invitamos, reivindicamos y acompañamos las iniciativas de los tolimenses y del pueblo ibaguereño a la movilización permanente, a la defensa del proceso de paz, como única salida para la terminación del conflicto más antiguo en el mundo moderno, y a unir fuerzas para que nadie se levante de la mesa ni dejemos de defender la soberanía de nuestro territorio, de nuestras aguas, de nuestra identidad y de nuestra cultura. Construyamos poder popular y social, para defender la vida.

Ibagué, 31 de Julio de 2015

Marcha Patriótica-Tolima, Congreso de los Pueblos, CORPONEVADOS, Partido Comunista Colombiano (PCC-Regional Tolima), Unión Patriótica-Tolima, Juventud Comunista Colombiana (JUCO), Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios (ACEU-Universidad del Tolima) y activistas en defensa del agua y la vida

DOS AÑOS DE INJUSTA DETENCIÓN. EL CASO DE OSCAR GASCA

Soñar no es un delito: mural en la Universidad SurColombiana. Foro: Colectivo Macondo.

En 2013, durante el Paro Nacional Agropecuario y Popular, las autoridades y organismos encargados de judicializar a las gentes en el Huila presentaron a Oscar Gasca como un trofeo más en la lucha contra la rebelión y el terrorismo. En detrimento de la presunción de inocencia y del debido proceso, lapidaron a Oscar señalándolo como coparticipe en unos delitos poco claros y convincentes. Así, lograron vincularlo con el uso y porte de explosivos, y catalogarlo como rebelde y terrorista, lo cual le ha costado a Oscar dos largos años en prisión mediados por dilaciones y enredos.

Gasca, como comúnmente lo distinguían sus compañeros, es victima de unas acusaciones por asumir el deber ético de defender a los suyos. Mientras los campesinos de su Huila eran violentados e intimidados durante el paro de 2013, él –siendo un estudiante y activista de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU-Colombia)– asumió el acompañamiento y cubrimiento de los hechos más tensos ocurridos durante aquellos días. Y es en desarrollo de esa tarea que termina en la maraña que hoy está.

Sus compañeros, quienes se organizaron en el Colectivo Macondo, no solo lo recordaron como un activista de la FEU-Colombia, sino como un “líder estudiantil en la universidad (…) dispuesto a llevar siempre la vanguardia, a tomar la iniciativa frente a temas de movilización y temas que aquejaban al estudiantado”; además, lo evocaron como un promotor irrestricto de la Marcha Patriótica, quien cursando sexto semestre de Administración de Empresas, le metió todo a un proyecto articulador de las rebeldías tendiente a transformar la realidad que diariamente presenciaba desde la USCO.

A propósito de su detención, hablamos con algunos de los integrantes del Colectivo Macondo en la idea de acercarnos a Oscar Gasca, establecer las razones por las cuales está recluido, saber sobre su situación actual y precisar lo que le corresponde hacer a los estudiantes de la FEU-Colombia frente a su caso.

AEP: ¿Por qué terminan deteniendo a Oscar?

Colectivo Macondo: Al compañero lo detienen en el marco del Paro Agrario de 2013, cuando se dirigía a uno de los sitios de concentración para hacer un acompañamiento en DDHH a los campesinos que allí se encontraban. Debido a la experiencia que él tenía trabajando en DDHH y comunicaciones, fue una de las personas que –desde la Marcha Patriótica y la federación– salió a hacer acompañamiento a los compañeros campesinos que en esos momentos se encontraban en todas las dinámicas del paro agrario.

AEP: Detengámonos un poco en ese episodio ¿De dónde sale Gasca? ¿A dónde le toca dirigirse? ¿Quién lo detiene? ¿Quiénes son los involucrados? ¿Cómo es la reacción cuando lo detienen?

CM: El compañero sale de la oficina de MAPA, se encuentra con el resto de personas y luego se movilizan en un taxi hacia la concentración. Ellos se movilizan allá de último momento –no era algo planeado de antemano– debido a que se presentaron unos disparos por parte de la fuerza pública a los campesinos que estaban concentrados. El compañero y otros tres –con quienes él fue detenido– se dirigían hacia el sitio de concentración justamente para hacer el cubrimiento de DDHH y Comunicación de lo que había sucedido con los disparos realizados contra los campesinos.

Los compañeros –entre quienes estaba Oscar Gasca– son detenidos antes de llegar a la concentración. Allí los hacen bajar del taxi, los requisan y no les encuentran nada. En un momento dado, sacan una maleta de la parte delantera del taxi y lo reportan como si fueran explosivos e inmediatamente les hacen la captura. Lo que da luces del falso positivo judicial es el tema de los explosivos, lo cual sonó desconocido para ellos.

El primer reporte que dan las autoridades que lo capturan es que llevaban una carga explosiva de 2 kilogramos en el taxi. Después cambian la versión afirmando que eran 2 kilogramos, pero que cada una de las personas llevaba un porcentaje del explosivo en cada bolso, cuando el reporte inicial señalaba que era una maleta encontrada en el taxi. Posteriormente, volvieron a cambiar la versión al indicar que eran componentes para armar las papas bomba; para la elaboración de explosivos. En ese marco, se ha venido dando violación al debido proceso, todo el tema jurídico y retraso de las audiencias.

AEP: En el momento en que él es detenido, ¿Cuál es el primer delito o los primeros delitos que le imputan?

CM: Cabe decir que la reacción de los compañeros no fue la más apropiada al momento de ser capturados, ya que seguramente por intimidación y miedo ellos accedieron a firmar un acta en blanco y les imputaron los cargos de rebelión; porte, tráfico y uso de explosivos; concierto para delinquir y terrorismo.

AEP: En el momento actual, ¿Cómo va el proceso de Oscar Gasca?

CM: Por el momento, y a raíz de lo que mencionaba antes, es un proceso que se ha venido adelantando sin las más mínimas garantías. Visto de ese modo, no se ha respetado la cadena de custodia de las pruebas, han cambiado la versión alrededor de las mismas y en un momento dado la fiscalía comenzó a dilatar el caso, el cual lleva ya dos años.

Ya ha habido muchas audiencias aplazadas en un ambiente en el que no se ha respetado el principio de inocencia del compañero, porque de antemano el boom mediático que se le dio en un principio fue que habían capturado milicianos de la Universidad Surcolombiana con explosivos, quienes estaban acompañando a los campesinos.

Todo lo anterior ha provocado que el proceso sea muy viciado, de tal manera que el mismo juez que está llevando a cabo el caso sesgue el proceso de una forma muy tendenciosa. La postura del juez y el fiscal siempre ha sido romper de manera casi que grosera la defensa del compañero, sin respetar el principio de inocencia, es decir lo están juzgando bajo el principio de que él es culpable, lo cual genera un vicio total alrededor del proceso.

AEP: Van más de dos años en los que Oscar está literalmente recluido, es un prisionero político. En el contacto que ha tenido con ustedes, ¿Cómo ven a Oscar? ¿Cuál es el estado anímico de él? Cuales han sido las facetas por las que ha tenido que atravesar? Él ¿Cómo ha asumido el estar en la cárcel?

CM: Han sido varias facetas las cuales son comprensibles. En primera instancia, se creía que el proceso se podía tumbar fácilmente y que el tiempo que los compañeros iban a pasar en prisión no iba a ser mucho por la manera en que los capturaron. Sin embargo, por los mismos vicios el caso se ha prolongado ya más de dos años por lo que han sido ya varias facetas que ha atravesado el compañero.

En un momento apareció el desespero y las ganas de salir, pues él es una persona que siempre se ha autodeterminado y verse en una situación de prisión –recluido por el apoyo que estaba brindando humanitariamente– y bajo las circunstancias en que se encontraba que era de prisionero político, llevó a que el compañero se desesperara, lo cual fue un momento difícil pero que afortunadamente ha venido superando.

Actualmente, el compañero tiene otros horizontes, se le nota con más esperanza y más allá de decir que es cuestión de resignación, el compañero comprende el contexto en el que él estaba y está. Muestra de lo anterior es que ha venido adelantando trabajo al interior de la prisión, reuniones y actividades conjunta con familiares, entonces se puede decir que ya ha superado la etapa de crisis y está más confiado de que pronto va a quedar en libertad.

AEP: Ustedes desde el colectivo Macondo, ¿Qué le dirían a los demás compañeros de la FEU-Colombia que están organizados en grupos u organizaciones y a la federación en general sobre el caso particular de Oscar Gasca?

CM: Desde el colectivo Macondo lo que hacemos es un llamado a la visibilización y al acompañamiento del compañero. El trabajo de empezar a generar dinámicas de DDHH que nos vayan cuidando como organización, es también importante. De igual manera, las campañas de solidaridad y de protesta alrededor de Oscar deben agudizarse mucho más: es hora de que la federación se solidarice al máximo para tener así una presión social del proceso que a él lo respalda.

CONVOCATORIA | AL RESCATE DE LA MEMORIA Y LA REBELDÍA


La aparición y funcionamiento de la Universidad del Tolima le permitió al estudiantado levantarse como un protagonista más en la vida política de Ibagué y el departamento. Desde 1955, cuando la universidad inicia labores hasta el presente, lxs estudiantes han sido relevantes, porque constituyeron la voz crítica de los gobernantes y de los rumbos por los que ha sido conducido el país. Incluso, en los periodos de mayor represión estatal, miedo y desesperanza, el estudiantado no apagó su voz contestaría y rebelde.

Este espíritu se mantiene hoy como una marca indeleble en la historia de la Universidad del Tolima, más cuando las ideologías revolucionarias y libertarias, así como las ideas de izquierda entran en contacto con lxs estudiantes: las esperanzas que siembran Marx, Bakunin, Rosa Luxemburg, Camilo Torres, Trosky, el “Che” Guevara, Mao Tse Tung, Bateman, Bolívar y otros, guían –en determinados periodos– las fuerzas estudiantiles en contra del olvido y la ignominia. Y, aunque a muchos no les guste o tengan sus diferencias, estas corrientes de pensamiento ayudan a sazonar la vida universitaria, imprimiéndole color a las paredes, alterando la cotidianidad de las clases, despertando inquietudes o lanzando a los aires absurdos verosímiles.

Con el fin de explorar esta pluralidad de ideas, desde la Agencia Estudiantil de Prensa (AEP) convocamos a disertar a través de un texto escrito en torno a las corrientes ideológicas de izquierda y sus aportes a las luchas estudiantiles que se desarrollaron en la Universidad del Tolima, abordando alguna de los siguientes tópicos:


  • El anarquismo y sus aportes a las luchas estudiantiles en la Universidad del Tolima
  • Los aportes del marxismo, las corrientes de orientación maoista y las de orden troskista, a los movimientos estudiantiles de la UT
  • El pensamiento de Camilo Torres y sus aportes a las luchas estudiantiles
  • La ideas de Simón Bolívar y las luchas estudiantiles en la UT
  • Los aportes del feminismo a la lucha de lxs estudiantes
  • Las aportaciones de otras corrientes ideológicas y políticas diferentes a las anteriores


Entendiendo que este tema amerita varias miradas, la convocatoria que lanzamos esta dirigida al estudiantado que hoy se identifiquen con alguna corriente ideológica y a aquellos egresadxs que en su tiempo fueron activistas estudiantiles y orbitaron alrededor de las ideas de izquierda.

Fecha limite para la entrega de los textos

Hata el 15 de agosto de 2015 al E-mail: admagesdepren@gmail.com

Criterios de selección de los textos


  • Extensión: máximo 1332 palabras
  • Fuente: Times New Roman, tamaño 12
  • Información del remitente: nombre propio o figurado, programa que cursa o cursó, y agrupación estudiantil o política a la que pertenece o perteneció
  • Citas: en caso de parafrasear o citar textualmente a otro, referenciar tales citas siguiendo las normas APA o las ICONTEC


Los textos que logren acercarse al abordaje de las temáticas propuestas y cuyos niveles de coherencia, claridad, progresión temática y argumentación así lo garanticen, serán publicados en una edición digital dedicada las corrientes ideológicas de izquierda y sus aportes a las luchas estudiantiles, en el marco del proyecto Reconstruyendo la memoria: 60 años de historias no contadas sobre el activismo estudiantil en la Universidad del Tolima.

TERMINA SEMESTRE. LA LUCHA SIGUE

A menos de cinco días de culminar semestre académico, la Universidad del Tolima se estremeció por dos refriegas entre grupos estudiantiles clandestinos y la fuerza pública, así como por las brutales embestidas protagonizadas por el ESMAD y la policía, las cuales dejaron varios estudiantes violentados y la autonomía universitaria ultrajada.

Entre quienes terminaron gravemente lesionados se encuentra Cristian Andrés Pulido, un estudiante de la Licenciatura en Ciencias Sociales y activista de la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios (ACEU), quien –en el momento de los enfrentamientos– documentaba fotográficamente los excesos del ESMAD. Lamentablemente, fue victima de estos escuadrones, los cuales le dispararon directamente a su rostro con un cartucho de gas lanzado desde un truflay a menos de 50 metros de distancia.

Aunque el semestre académico culminó y las preocupaciones de los centenares de estudiantes de la UT serán otras, la memoria y el esfuerzo de Cristian no pueden quedar en el olvido. Su lucha, la cual hoy la libra desde el hospital, no puede quedarse como un episodio más en la historia de la universidad, debe –por el contrario– desatar una oleada de inconformidad en contra de la brutalidad del ESMAD y por la defensa de la vida.

Descarga, sube y comparte la imagen en solidaridad con Cristian Andrés Pulido y por el desmonte inmediato del ESMAD.

EL RESTAURANTE UNIVERSITARIO: ¿UN MOTIVO DE DISCORDIA O UN GARANTE DE LA PERMANENCIA?

Interior del restaurante de la Universidad del Tolima.Foto: AEP.

Los problemas que hace poco afloraron en la Universidad del Tolima son –en gran medida– el resultado de varios años de desidia por parte de las diferentes administraciones que la han dirigido. Al no prestarles la debida y acertada atención a los fenómenos derivados de una universidad en crecimiento y con un presupuesto de financiamiento reducido, los estudiantes, profesores y trabajadores asisten a una universidad conflictiva, cuya función principal se ha difuminado en el tiempo y el espacio. Por esto, la academia, la investigación y la incidencia social no tienen la trascendencia que deberían tener.

Ante un panorama como este, los estudiantes se mostraron inconformes y desataron un movimiento asambleario que semana a semana debatió su accionar frente a los hechos por los cuales se sentían afectados. El funcionamiento del restaurante –entre otros temas– estuvo en el orden del día, ya que ha sido un foco de tensiones con las administraciones de turno y no hace mucho entre los mismos estudiantes; de hecho, despertó una preocupación importante, porque de una u otra manera el restaurante garantiza la inclusión y permanencia de los estudiantes que les cuesta mantenerse en la universidad.

El restaurante desde el ángulo de la administración universitaria

Según Libardo Vargas Celemín, las proyecciones hechas desde 2013 para el restaurante no han podido materializarse: “Cuando se hizo el Plan de Desarrollo nosotros solicitamos que se incorporara como uno de los proyectos la ampliación del restaurante en forma estructural, de tal manera que pudiéramos hacer el aumento en el número de almuerzos”. Lamentablemente, esto quedó en el papel, porque la proyección trazada no ha significado una ampliación del número de beneficiarios: se suponía –como el vicerrector lo manifestó– que en 2015 se debería pasar de 1000 a 1300 estudiantes beneficiados.

Aunque la ampliación del restaurante está pendiente, Vargas Celemín destacó como importante una alternativa implementada para aliviar algunos de los problemas que ha engendrado: “Por ejemplo, antes teníamos dos líneas de acceso y nosotros abrimos dos líneas alternas, lo cual nos disminuyó más o menos en 30 o 45 minutos el acceso al restaurante”; no obstante, no ocultó dos preocupaciones que aún persisten: está pendiente la instalación de un lavavajillas, “el cual mejoraría la calidad higiénica del lavado de los platos” y sigue sin determinarse los beneficiarios del restaurante: “hay un problema de fondo: no se ha podido establecer realmente quienes tienen derecho al servicio y quienes no”.

Frente a este último aspecto, el vicerrector manifestó haber hecho los esfuerzos posibles por ofrecer claridades sobre quiénes pueden beneficiarse del restaurante: “Desde el año 2012 que yo llegué aquí me preocupe bastante por eso y les dije vamos a hacer un trabajo”; así, formuló una primer propuesta que no pudo desarrollarse, porque no había plata –como lo dijo–; sin embargo, siguió insistiendo hasta que logró incorporar en el Plan de Desarrollo un mecanismo, soportado en la actualización tecnológica de la universidad, que permitirá seleccionar a los beneficiarios del restaurante: “si usted sale seleccionado para el servicio (…) con el carné puede comprar el desayuno, almuerzo o cena vía web una o dos semanas antes”. Obviamente, con el fin de determinar quiénes pueden acceder a los beneficios del restaurante, Vargas Celemín propone un “un reglamento donde el servicio debe tener dos características fundamentales: que sea para personas que realmente lo necesiten (estratos 1 y 2) y que las personas tengan un mínimo interés en el estudio con un promedio acumulado de 3.3”.

Si bien esta propuesta es un paliativo, como el vicerrector la define, el funcionamiento óptimo del restaurante exige algo más contundente: “la solución definitiva está en adecuar el lugar e inclusive construir un segundo piso”; en otras palabras, una inversión que modifique la infraestructura del restaurante y lo amplíe en aras de incorporar a nuevos beneficiarios.

Frente al aumento de estudiantes que semestralmente pujan por beneficiarse del restaurante, el vicerrector planteó varias medidas en la idea de incluir a 50-100 estudiantes nuevos. A través de un reglamento –como lo subrayó Vargas Celemín– se limitaría el acceso al restaurante a quienes cursen más de diez semestres académicos: “una persona no podrá tener derecho si no por los de diez semestres que dure la carrera”, además, quien persista en el Bajo Rendimiento Académico (BRA) por más de dos ocasiones, no podrá beneficiarse del restaurante: “ese cupo debe de dársele a alguien que realmente viene a la universidad a estudiar y lo necesita”. De esta manera, el restaurante podría responder a la situación por la que hoy pasa la institución, así no sea “una obligación real de la universidad subsidiar un restaurante”, como lo aseveró el vicerrector.

El punto de vista de los estudiantes

Según los estudiantes que estuvieron al frente del proceso asamblearío en su primera etapa, el restaurante es el lugar donde afloran muchos conflictos: allí se experimenta “un desorden que no está justificado por ninguna otra cosa, sino por la situación de querer ir a almorzar y pasar de primero”; además, está situación se complejiza porque hay estudiantes “que llevan casi 15 años estudiando, no han salido de la universidad, le están quitando cupos y somos 8600 personas las que tenemos acceso al restaurante” y hay otros que están “fumando marihuana dentro el restaurante: le preguntamos, por ejemplo, a una de las señoras y dicen que tiene nauseas”.

Sin embargo, ellos son concientes que la responsabilidad no es exclusiva de los muchachos. El menosprecio de la administración universitaria para con el restaurante también ha constituido un factor importante de esta situación. Por ejemplo, “el espacio físico (…) está muy pequeño: la bodega acumula una cantidad de comida que tiene que salir casi al otro día” y –en general– el restaurante no responde al crecimiento semestral de la población estudiantil que necesita de una ayuda para mantenerse en la universidad y poder dedicarse a la actividad académica sin mayor preocupación.

En términos de propuestas, las reflexiones que salieron de las dos primeras asambleas arrojaron algunas luces para afrontar las tensiones que se viven en el restaurante. Desde el ángulo de los activistas, es importante que la universidad priorice el acceso según el desempeño académico: “las personas deben acceder por su calidad académica (…) porque se está presentado la problemática que ya se ha mencionado de personas que están en doble BRA o personas que solamente pagan la continuidad académica son quienes asisten y se apoderan de los cupos del restaurante”. Por lo tanto, un ceso de los estudiantes que determine quien tiene la posibilidad de acceder podría ser una solución.

La propuesta del CEBU en 2009

Durante 2009 y 2010, el Comité de Bienestar Universitario (CEBU) implementó un mecanismo para minimizar las disputas en el momento de acceder al restaurante y garantizar un relativo “orden”. Distribuyendo unas fichas antes del almuerzo en un punto diferente al restaurante, los encargados del CEBU convocaban a sus beneficiarios con el fin de entregarles el turno con el que reclamarían sus alimentos. De esta manera, ellos procuraban reducir las posibles tensiones que se llegaran a presentar, doblando el esfuerzo de los estudiantes (debían correr por la ficha y luego desplazarse al restaurante) y, por tanto, evitando los “desordenes”.

Igualmente, el mecanismo implementado por el CEBU contemplaba la posibilidad de comprar semanalmente el almuerzo. Pagando por todos los vales o por los que un beneficiario requiriera a la semana, los estudiantes podían “apartar” sus alimentos y –de alguna forma– evitarse los compliques que significaba una fila.

El único problema de este mecanismo radicaba en que incrementaba el tiempo que los estudiantes debían emplear para acceder a un almuerzo. Por ejemplo, si un muchacho tenía clase hasta las 12:00 pm, le correspondía salir unos 15 o 20 minutos antes para averiguar el lugar donde iban a repartir las fichas, de lo contrario le era imposible almorzar en el restaurante.

Lo que viene

Las situaciones que provoca el restaurante necesitan, por encima de cualquier cosa, la voluntad de la administración universitaria para que sean resueltas y de una inversión que signifique la superación de los problemas madre que se recrean en este; además, la voluntad de la administración debe significar la posibilidad de abrir el debate con el fin de acordar entre quienes son beneficiarios del restaurante una nuevas reglas de juego para su funcionamiento: las soluciones por arriba, en este momento, podrían significar una agudización de las tensiones existentes y la imposibilidad de resolver, en términos universitarios, los problemas que hoy experimenta el Alma Mater.

MANIFIESTO POR LA PAZ CON JUSTICIA SOCIAL DE LOS ESTUDIANTES COLOMBIANOS

Jornada de estampados promovida por la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU-Colombia) en la Universidad del Tolima. Foto: AEP.

Las y los estudiantes colombianos, expresión de rebeldía, combatividad y lucha por la construcción de una "educación para una país con soberanía, democracia y paz", reunidos los días 9 y 10 de mayo en la Universidad Pedagógica Nacional baluarte de la pedagogía y la formación humanística de la nación, nos dimos cita para deliberar con creatividad y esperanza de lograr un futuro de justicia, paz y democracia para el pueblo colombiano.

El despojo, la desigualdad y la violencia desatada por las minorías en el poder que originaron la confrontación armada, son las causas que deben ser removidas mediante la acción decidida de las mayorías, de la gente del común que encuentra en su participación una oportunidad de cambio y transformación social. El proceso de diálogo entre la insurgencia de las FARCEP y el Gobierno Nacional, constituye una posibilidad para generar las condiciones que den lugar a la democratización de la vida nacional, razón por la cual sumamos nuestras voces de apoyo a este proceso y manifestamos nuestro clamor para dar inicio a un proceso de diálogo con las insurgencias del ELN y el EPL. La superación del conflicto social y armado hace ineludible la participación de la sociedad en la deliberación y construcción de los acuerdos entre los grupos insurgentes y el gobierno, aportando propuestas y discutiendo nuevos temas relacionados con el modelo económico y político, para establecer un nuevo pacto social que geste un Estado que garantice la vida digna para las y los colombianos.

Del compromiso del movimiento social con la paz, participan los y las estudiantes y jóvenes que procuran aportar por medio de la construcción de una Educación gratuita, pública, crítica y de calidad. La disputa social y política devela cómo hemos sido víctimas permanentes de las políticas de un modelo de educación que perpetúa la exclusión en acceso y permanencia, de la misma manera en que se asfixia la educación pública en beneficio y fortalecimiento del sector privado, introduciendo a la Educación en dinámicas del mercado como lo son: el aumento de créditos educativos, el mayor endeudamiento de las familias colombianas y de las mismas universidades, el declive de la calidad al eliminar la integralidad y universalidad propia del conocimiento, la orientación exclusiva de la investigación, la extensión y la docencia hacia las demandas de un sector productivo de despojo, de maltrato a nuestros territorios y que ha sido el sustento de la guerra a nivel nacional. En últimas nos encontramos ante un modelo educativo cómplice del conflicto político y social que vive nuestro país.

No puede concretarse la paz sin la educación pública, gratuita y de calidad y sin el reconocimiento del carácter político de las comunidades educativas como constructoras de Paz. No puede concretarse la paz mientras seguimos evidenciando la guerra a través de toda una historia por contar y los más recientes casos de asesinato de compañeros como Gustavo Marulanda, el profesor Luis Fernando Wolf, Jan Farid Cheng Lugo y Carlos Pedraza, acciones que rechazamos tajantemente desde el movimiento estudiantil. No puede concretarse la paz mientras continúan los montajes judiciales como el de los compañeros del Caso Lebrija de la Universidad Pedagógica Nacional o los de hoy libres Omar Marín, Carlos Lugo y Jorge Gaitán. De la misma manera no puede seguir siendo el exilio la herramienta para preservar la vida, triste camino que enrumbaron los profesores y compañeros Francisco Toloza y Miguel Ángel Beltrán. No podremos hablar de paz mientras las amenazas de grupos paramilitares contra profesores y estudiantes de la universidad Nacional y la profesora Piedad Ortega de la Universidad Pedagógica Nacional, sigan siendo la forma de amedrentar quienes construimos en el presente un futuro distinto. Definitivamente no habrá paz sin el desmonte de las formas de represión al pensamiento crítico como lo son la criminalización, los montajes judiciales, la militarización de los campus universitarios y del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) como un cuerpo de la policía que ha victimizado al movimiento estudiantil siendo responsables de reprimir las movilizaciones que luchan por una Nueva Educación.

Comprendemos nuestras demandas y propuestas como justas y necesarias, siendo estas parte del torrente de inconformidades que de no ser resueltas no habrá garantías para dar solución al conflicto que existe y persiste hace más de 50 años y en toda la historia de nuestro país.

Desde el ímpetu del Caribe, con la alegría del Pacífico, con la tenacidad del Oriente, la resistencia del Sur y con la misticidad de los Andes, todas las regiones llegamos a este primer encuentro con el entusiasmo de ser semilla de transformación, en las aulas, en las calles, en las ciudades y en el campo colombiano, con acumulados construidos en la lucha por una educación superior alternativa para un nuevo país con soberanía, democracia y paz, iniciativas construidas en el plano nacional desde la experiencia histórica de la MANE y de la diversidad local que han impulsado las más variadas expresiones estudiantiles y son evidencia de que no es momentánea nuestra vocación de transformar a Colombia, que le apostamos al cambio, a la vida digna y así, hoy nos declararnos en rebeldía contra el guerrerismo y contra un régimen que habla de paz cuando continúa negándole a la población colombiana el derecho a educarse. Construimos una hoja de ruta para avanzar en sumar mayorías en la defensa de la solución política al conflicto en la apertura de escenarios permanentes de construcción de paz con justicia social con la unidad como premisa para hacer de nuestras universidades escenarios donde se construyan propuestas con los sectores sociales y populares.

Dentro de las conclusiones de este importante evento, ponemos a consideración de la sociedad colombiana en general las siguientes propuestas:

1. No se puede seguir nutriendo las arcas de la guerra con jóvenes del pueblo colombiano que ante no tener la capacidad económica para costear la libreta militar, ni la posibilidad de ejercer su derecho a la educación se ven obligados a dar su vida en una guerra que no construyeron ellos y que se sustenta en la sed de riqueza y poder de la élite nacional y transnacional. Es por ello que debemos adelantar una campaña nacional que apunte a la objeción de conciencia y la abolición del servicio militar obligatorio.

2. Cansados de ver semana tras semana como los medios de comunicación y el Gobierno Nacional generan un ambiente de zozobra en torno a la continuidad de la mesa de conversaciones, consideramos necesaria la declaratoria de un cese bilateral al fuego como mecanismo que permita dar una seguridad a la sociedad colombiana de que este proceso seguirá por buen camino y que ni el gobierno nacional, ni las FARCEP se pararán de la mesa. Asimismo el cese bilateral al fuego se constituye como una muestra de la voluntad real de acabar con la guerra desatada contra el pueblo colombiano, procurando por cesar el derramamiento de sangre en campos y ciudades.

3. Entendiendo el importante papel que debe jugar la educación y los actores del sector educativo en la construcción de la paz con justicia social en nuestro país, consideramos que esta discusión no puede seguir al margen de las conversaciones que se adelantan entre el gobierno y las insurgencias, ello ha implicado que mientras se habla de paz se continúe avanzando en la consolidación de un modelo educativo como mercancía, orientado al mercado y que profundiza las desigualdades sociales. Para ello creemos fundamental dar apertura a una subcomisión orientada a discutir sobre estas perspectivas en el marco de la mesa de la Habana y en el futuro escenario de diálogo con el ELN, compuesta ampliamente por los distintos actores del sector educativo en todos los niveles.

4. La lucha de las y los estudiantes por la paz no puede verse aislada de la ardua lucha que históricamente hemos realizado por una transformación de la educación en nuestro país. Es por esto, que consideramos necesario profundizar las dinámicas de movilización y organización unitarias del movimiento estudiantil, fortalecer las propuestas y la disputa por una educación para un país con soberanía, democracia y paz a partir de convocarnos a un gran Encuentro Nacional de Estudiantes de Educación superior para el próximo semestre, que se ha venido proponiendo desde diversos sectores estudiantiles.

5. En la perspectiva de consolidar una educación superior como derecho fundamental y bien común de la sociedad colombiana, así como avanzar en la democratización de la vida nacional, algunas expresiones presentes en el encuentro consideran necesario adelantar un proceso constituyente que fortalezca la iniciativa de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente con el concurso del grueso del pueblo colombiano a través de los distintos sectores sociales y populares. Para esto se invita a profundizar la discusión, a construir mayorías en torno a este planteamiento y cualificar el papel del movimiento estudiantil en este proceso constituyente.

6. Es necesario avanzar en la comprensión integral de un modelo alternativo de educación en todos sus niveles, a partir de construir con todos los sectores educativos y demás actores sociales y populares una propuesta que le aporte a la construcción de la paz con justicia social, por lo que invitamos a desarrollar un proceso de convergencia amplio desde las distintas regiones y a nivel nacional para ir avanzando en este perspectiva, dando reconocimiento a las luchas dadas por el magisterio colombiano que ha enarbolado las banderas de dignidad laboral y de construcción de calidad educativa.

¡Vamos a construir la paz con justicia social!
¡Vamos a luchar por una educación como derecho fundamental y bien común!
¡Vamos a forjar la unidad como premisa para las transformaciones!

Encuentro Nacional de Estudiantes por la paz de Colombia, Bogotá 10 de Mayo de 2015