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ENTRE ABRAZOS Y MUCHOS BESOS

Una forma singular de protestar caracterizó la jornada nacional de movilización por el hundimiento de la reforma a la 30.

A nivel nacional, los universitarios desplegaron todo su ingenio para abrazar las universidades e inundar de besos las plazas públicas de las ciudades capitales. Todo con el fin de seguir acertando golpes de opinión contra el proyecto legislativo que pretende formalizar la mercantilización de la educación superior en Colombia.

En Ibagué, epicentro de la movilización universitaria, más de dos mil jóvenes, entre estudiantes de la Universidad del Tolima, algunos de la Universidad de Ibagué y otros del Conservatorio de Música del Tolima, recrearon la orientación formulada por la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE): efectuar una jornada nacional de movilización con abrazatón a las universidades y besatón entre los universitarios.

En las afueras de la UT, los estudiantes abrazaron su Alma Mater, luego se desplazaron hasta la gobernación del Tolima, pasando por los lugares más concurridos de la ciudad, y finalizaron con una gran besatón contra la mercantilización y privatización de la educación.

Esta actividad, entre las otras, hace parte del sinsabor generalizado por parte de los estudiantes frente a las intenciones del gobierno de Juan Manuel Santos instituir un nuevo modelo para la educación superior. Modelo cuyo fundamento es convertir la educación en un servicio que se tiene que vender en detrimento de la financiación estatal de la universidad pública.

COMUNICADO A LA OPINIÓN PUBLICA DE MÉDICOS HOSPITAL FEDERICO LLERAS

Los médicos generales que hasta el 30 de septiembre trabajaron en el Hospital Federico Lleras Acosta y ante el silencio cómplice de políticos, medios de comunicación escritos y radiales, los organismos de control y los gremios económicos, decidimos poner en conocimiento de la población afectada la situación crítica del hospital:

  1. Actualmente el hospital no cuenta con los recursos mínimos necesarios para la atención de calidad a los pacientes, sin contar con los medicamentos indispensables, equipos e insumos en general. En la unidad funcional de urgencias del hospital hace turno un solo médico general y ocasionalmente un médico rural sin experiencia, aspecto ilegal y contra la normatividad en un servicio de alta complejidad. La unidad funcional de hospitalización cuenta con un solo médico para cubrir todos los servicios y en el peor de los casos sin ninguno.
  2. El personal de la salud fue reducido en un 35%, dejando personas sin empleo, debiéndoles más de cuatro meses de salario; y planteando una nueva contratación por OPS , en donde el trabajador debe pagar su EPS, ARP y pensiones. (Pagar para trabajar con sueldos atrasados).
  3. Se han cerrado servicios en la sede limonar, por no contar con el personal necesario para la atención de las complicaciones, prolongando tiempos de espera en consulta en servicios de urgencias y poniendo en riesgo la vida de los pacientes.
  4. La situación del hospital refleja una administración funesta. Tal ha sido la indolencia de la junta directiva en cabeza del Gobernador; el Gerente, que en crisis está de vacaciones; y de los entes de control que no han tenido una intervención eficaz, que solucione esta problemática de manera definitiva y peor aún han mal informado a la población de la crisis.

“POBLACIÓN TOLIMENSE RECUERDEN QUE EL HOSPITAL FEDERICO LLERAS ACOSTA ES EL SEGUNDO MAS GRANDE DE COLOMBIA Y EL UNICO TERCER NIVEL PUBLICO DEL TOLIMA, NO PERMITA QUE LO CIERREN. ES NUESTRO, LA LUCHA ES POR UN DERECHO BASICO, LA SALUD”

A ELEVAR LOS NIVELES DE ORGANIZACIÓN Y UNIDAD*

Ante las exitosas manifestaciones contra la reforma a la Ley 30, el gobierno de Juan Manuel Santos, por medio de su ministerio de educación, ha respondido con mentiras y más mentiras; de un lado, ha desplegado una arremetida mediática cuyo propósito es persuadir a la opinión publica destacando las supuestas bondades de la reforma; de otro, ha desmeritado la movilización estudiantil tildándola de subversiva, criminalizándola y saboteándola, como sucedió el pasado 12 de Octubre en la ciudad de Cali.

Sin pretender un triunfalismo, esta respuesta expresa una realidad concreta: la movilización estudiantil ha sido tan certera que el gobierno ha tenido que responder de la manera como lo ha hecho. Sin embargo, no es suficiente. El aliento de la protesta estudiantil no ha alcanzado para doblegar las intenciones de Juan Manuel Santos, puntualmente para que solicite el retiro de la iniciativa de reforma ante la bancada de la unidad nacional. Por lo tanto, es indispensable que el estudiantado mantenga la inactiva política para garantizar el hundimiento de la propuesta gubernamental.

No obstante, esto demanda de tareas futuras contundentes por parte de los estudiantes de cada universidad. La ultima reunión de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE), efectuada en la ciudad de Bogota el pasado 15 y 16 de Octubre, señaló la importancia de mantener la sartén por el mango, para lo cual ratifico los objetivos de la movilización y el paro (hundir la reforma y construir una idea de educación distinta a la existente), así como proyectó una agenda de acción tendiente a seguir ganando la opinión pública y ejercer la presión suficiente para que el proyecto no siga su curso en el Congreso de la republica.

En el caso de la Universidad del Tolima, ¿Cómo está el estudiantado para el desarrollo de estas orientaciones? Desafortunadamente, las condiciones no son las mejores. Aunque en cada programa se han perfilado nuevos liderazgos, el movimiento estudiantil aún carece de un referente que las cohesione, las ponga a marcha alrededor de un sólo ritmo y las encause en función de los objetivos y tareas de la MANE.

Si bien, la iniciativa constituyente se perfila como una propuesta para incubar una idea distinta de educación, por el momento no ha logrado constituirse en el referente de unidad y coordinación de los estudiantes de la Universidad del Tolima, específicamente porque, más que una organización, es un proceso en y de construcción de los fundamentos de una nueva universidad.

Por su parte, la MANE existente en la universidad tampoco ha logrado reunir todos los esfuerzos del estudiantado. La focalización del trabajo en los programas junto a la resistencia de algunos sectores por dotar al movimiento estudiantil de un organismo de coordinación y dirección, ha impedido avanzar en la articulación de todas las iniciativas de los jóvenes universitarios.

Pese a estas deficiencias, los liderazgos y expresiones organizativas en cada programa representan un avance fundamental para el movimiento estudiantil y la actual movilización. Hoy el problema no es la ausencia de estudiantes interesados en luchar, sino la falta de un referente que los articule a todos y cada uno. Por lo tanto, es indispensable que el movimiento de la UT se dote de un organismo de coordinación capaz desarrollar la dinámica nacional de movilización, y encausar a cada programa en la dinámica de resistencia y la lucha.

Concretamente el paro y en general la movilización por el hundimiento de la reforma a la Ley 30 demandan de unos niveles de organización y unidad capaces de mantener la iniciativa. Hoy por hoy el estudiantado no puede darse el lujo de perderla, por el contrario debe repuntar hasta logra su cometido; y la mejor forma de hacerlo es estructurando un referente de unidad y coordinación para que oriente la dinámica de movilización, le otorgue rigurosidad al paro y catapulte la movilización.

* Propuesta de la Agencia Estudiantil de Prensa

MANE: A MANTENER LA INICIATIVA POLÍTICA

Después de las exitosas jornadas de movilización desarrolladas en casi todo el país y protagonizadas por los jóvenes universitarios, el estudiantado volvió a reunirse, en la asamblea nacional de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE), para especificar el rumbo inmediato del movimiento universitario.

Durante los días 15 y 16 de Octubre, representantes, voceros e integrantes de las diferentes expresiones organizativas de los estudiantes universitarios de Colombia se dieron cita, en la ciudad de Bogotá, con el fin de trazar una nueva táctica de lucha capaz de enfrentar el proyecto de reforma a la Ley 30 impulsado por el gobierno y posicionar un nuevo proyecto para la educación superior que, fundamentalmente, la reivindique como derecho y no como un servicio.

Para poder avanzar en esto, el espacio caracterizó la actual coyuntura como un momento de amplia movilización universitaria en contra del proyecto de reforma impulsado por el Ministerio de Educación Nacional (MEN). Movilización que ha dotado al movimiento estudiantil de una capacidad política nunca antes vista, y que ha permitido que hoy por hoy sea el gobierno quien tenga que arremeter contra los planteamientos de los estudiantes, bien sea por medio de propagandas engañosas, alocuciones falaces o a través de la persecución, criminalización, judicialización o asesinato de los mismos estudiantes.

Respecto a este ultimo aspecto, los casi 1000 participantes repudiaron la detención de Jorge Eliécer Gaitán, estudiante de la USCO e integrante del comité ejecutivo de la FEU-Colombia, Camilo Escudero y Omar Marin, estudiantes de la universidad de la Amazonía, y el reciente asesinato de un estudiante en Cali. Asesinato presentado por los medios masivos de comunicación como fruto de la manipulación irresponsable de explosivos y no como el producto de un artefacto posiblemente lanzado desde el exterior de la marcha para sabotearla.

Basados en la caracterización anterior, los estudiantes consideraron oportuno mantener la iniciativa política, para lo cual ratificaron los objetivos de la movilización y específicamente los del paro estudiantil: hundir el proyecto de reforma a la Ley 30 y avanzar en la construcción de un proyecto de educación superior radicalmente diferente al que pretende posicionar el gobierno y al que actualmente existe.

En este marco, la reunión no consideró viable impulsar pliegos de peticiones porque desviarían los objetivos de la movilización, aunque respeta las dinámicas que han logrado gestarse a partir de estos; además, porque la propuesta de reforma promovida por el gobierno no es un ajuste parcial para la educación superior, sino una reforma sustancial que pretende legitimarla como un servicio y desconocerla como un derecho. En este sentido, el espacio validó la necesidad de encarar frontalmente la iniciativa del gobierno exigiendo su hundimiento por parte de los legisladores colombianos.

De igual forma, y con el fin de mantener la iniciativa política, las conclusiones del evento instaron al movimiento estudiantil universitario a construir una nueva educación superior. Por esto, en el marco del paro, los estudiantes en cada universidad deberán avanzar en la construcción de algunos insumos que posibiliten una exposición de motivos para comenzar a construir una nueva legislación educativa.

Simultáneamente, los universitarios también deberán desarrollar variadas jornadas de movilización semanal con el fin de seguir generando golpes de opinión, y allanar el camino hacia una gran marcha nacional. Marcha que, tal y como lo planteó el encuentro de la MANE, deberá coincidir con los debates legislativos del proyecto de reforma.

Todo lo anterior se inscribe dentro de la necesidad de mantener la iniciativa política, salirle al paso a un proyecto neoliberal para la educación y potenciar la movilización callejera por una nueva universidad.

La constituyente de la UT

En la reunión de la MANE sonó la constituyente de la Universidad del Tolima. Algunos promotores de esta iniciativa se hicieron presentes para impulsarla a nivel nacional como el espacio desde el cual se puede ejercer la resistencia a la política educativa del actual gobierno y reconstituir los cimientos de la educación superior colombiana.

Sin anular la valía de esta propuesta, el evento consideró que la constituyente en este momento no es el espacio más idóneo para mantener la iniciativa política del estudiantado, ya que desviaría el horizonte de la lucha y de paso los esfuerzos de quienes la están encarnando; sin embargo, puede constituir en un escenario nacional a fututo para cristalizar una nueva Ley de educación superior y materializar el anhelo de una nueva educación.

LA REFORMA A LA LEY 30 (PARTE II): NO COMA CUENTO

Los estudiantes universitarios, hoy por hoy protagonistas de variadas protestas y paros en las diferentes universidades del país, han dicho que el proyecto de reforma a la Ley 30 es lesivo para la universidad pública y la educación superior colombiana:

“El articulado contenido en dicho proyecto va en contravía de la pelan financiación estatal de la universidades, no garantiza el ejercicio real de la democracia y la autonomía, entiende la calidad básicamente como competitividad en el mercado laboral, no garantiza la cobertura total de la juventud excluida y marginada del sistema educativo y además se construyó sin la participación de la comunidad universitaria y la sociedad colombiana en general”, expresan los jóvenes organizados en la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE).

Sin embargo, el gobierno y la ministra de educación, María Fernanda Campo, han manifestado lo contrario. Concretamente, el Ministerio de Educación Nacional (MEN) ha reiterado que la reforma no mercantilizará la educación superior porque no la concibe como una mercancía sino como un derecho, no conllevará a la privatización de las universidades públicas del país porque no las convierte en instituciones privadas, no implicará el aumento de las matriculas porque no incluye ninguna disposición que justifique su aumento, y no subordinará la autonomía de la universidades porque, por ejemplo, vela que “sus programas sean pertinentes y de calidad”.

Una mercancía más

Contrario a lo manifestado por el ministerio, la reforma a la Ley 30 sí mercantilizará la educación superior, es decir la convertirá en un servicio que se vende y se compra. Debido a que los aportes contemplados por la reforma son insignificantes para procurar el funcionamiento total e idóneo de las universidades públicas, entonces las universidades tendrán que vender algo para subsistir. Por esto, mientras el Estado financiará a unos pocos con escasos recursos, garantizará que otros tengan que pagar, bien sea poco o mucho, por acceder a la universidad.

Más privatización

De igual modo, la iniciativa gubernamental conducirá a la privatización de la universidad pública, pero no convirtiendo propiamente las actuales universidades en instituciones privadas. Por el contrario, la reforma sugiere otro mecanismo para la privatización ya aplicado desde 1992: involucrar a la misma universidad y sus beneficiarios en la generación de los recursos necesarios para garantizar el funcionamiento de las universidades. En otras palabras, y debido a que los dineros destinados por el Estado no alcanzarán, las universidades y sus estudiantes deberán poner de su parte para financiar la educación. De esta manera, la privatización se expresará en la medida en que las universidades dejarán de ser financiadas totalmente por el Estado y continuarán autofinanciándose.

Las matriculas

Ligado a lo anterior, las matriculas desempeñarán un papel crucial por cuanto garantizarán una porción considerable del presupuesto de funcionamiento de las universidades. Es falso lo planteado por el ministerio ya que las matriculas podrán incrementarse por encima del Índice de Precios al Consumidor (IPC) por petición de las mismas universidades, es decir podrán aumentar más de lo que anualmente crecen los costos de la canasta familiar. Y como las universidades estarán en crisis porque los recursos provenientes del Estado no serán los suficientes para financiar toda la institución, entonces las matriculas tendrán que aumentar más de lo normal.

Una autonomía de papel

Finalmente, la supuesta autonomía de la que habla el proyecto de reforma también es una mentira. Se supone que la autonomía universitaria permite, entre otras cosas, establecer el tipo de programas académicos que cada universidad ofrecerá, sus contenidos y mecanismos de evaluación. Sin embargo, cuando el ministerio insiste en que las universidades son autónomas para impulsar programas pertinentes y de calidad, la reforma está limitando la autonomía. Y la limita porque los programas pertinentes y de calidad son los que el mercado laboral demanda y no los que la comunidad universitaria quiere.

Un gato por liebre

Como es apreciable, el gobierno, por medio de su ministerio de educación, pretende generar cambios sustanciales en la educación superior y la universidad pública para continuar desprendiéndose de su responsabilidad social; todo con el fin de dejar en manos de la empresa privada y el bolsillo de quienes puedan pagar la educación de las nuevas generaciones.

LOS ESTUDIANTES DE LA UT SE SUMARON A LA JORNADA DEL 12

En el marco de la jornada nacional de movilización convocada por la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE), una nutrida movilización se desarrolló en la ciudad de de Ibagué. Movilización que partió desde la UT hasta la alcaldía y la gobernación para luego regresar y culminar donde inicio: la universidad.

Aproximadamente 2500 estudiantes de la universidad más sus trabajadores y un grupo de profesores se tomaron las calles para expresar su desacuerdo con el proyecto de reforma a la Ley 30 radicado por el gobierno ante el Congreso de la Republica para aprobación.

Con pancartas alusivas al contenido lesivo del proyecto y consignas que desvelaban las dimensiones de la iniciativa gubernamental, los estudiantes insistieron, ante la ciudadanía ibaguereña, sobre las dimensiones e implicaciones de la reforma. Implicaciones que tal y como lo manifestaron los marchantes afianzan, por ejemplo, la autofinanciación de la universidad pública y comprometen el aumento de los costos educativos.

Frente a esto, los estudiantes explicitaron su descontento: “la reforma a la Ley 30 impulsada por el gobierno de Juan Manuel Santos representa la privatización de las universidades públicas, ya que no aumentará de forma notoria sus presupuestos de funcionamiento. Por lo tanto, cada universidad, entre estas la Universidad del Tolima, deberá seguir cobrando ciertos costos educativos, aumentarlos paulatinamente y ofrecer servicios susceptibles de ser comprados por las personas del común y otras instituciones; todo con el animo de completar el precario presupuesto que destinará el Estado y, con ello, garantizar el funcionamiento pleno de la universidad”, afirma un comunicado.

Aunque la marcha se desenvolvió entre una permanente presión policial, logró sus cometidos: sumarse al caudal de resistencia y lucha nacional en rechazo al proyecto de reforma a la Ley 30 y poner al descubierto las implicaciones de esta iniciativa ente la población de Ibagué.

TRES RAZONES INICIALES PARA PROTESTAR

Los estudiantes universitarios del país y, en concreto, de la Universidad del Tolima durante las últimas semanas se han manifestado en varias ocasiones en contra de un proyecto de reforma a la Ley 30 impulsado por el gobierno de Juan Manuel Santos. ¿Cuáles son las razones por las que lo hacen? ¿Qué plantea esa reforma?

Los siguientes apuntes procuran resolver esto y especificar sólo tres razones por la cuales los universitarios están es desacuerdo con tal inactiva.

1. La educación superior seguirá siendo un servicio

La reforma a la Ley 30 planteada por el gobierno sigue el lineamiento trazado desde 1992: la educación superior seguirá siendo un servicio público. Y en tanto servicio público, la educación será garantizada directamente por el Estado o por medio de instituciones educativas privadas. Para esto, el Estado financiará a unos, particularmente a los mas desfavorecidos, y garantizará que otros, específicamente quienes tienen forma de pagar, puedan acceder a la educación.

En este sentido, la reforma mantendrá la división entre lo público y lo privado. División que tiene por objeto seguir desprendiendo al Estado de su responsabilidad social e involucrar a otros (entidades privadas) para que suplan su función y cobren por ella.

2. La reforma promueve la autofinanciación de las universidades

La experiencia derivada de la puesta en marcha de la Ley 30 de 1992 demostró que la autofinanciación fue la tabla de salvación de muchas universidades para garantizar su existencia. La ausencia de unos aportes significativos por parte de la nación condujo a que las instituciones universitarias, durante los últimos 15 años, cobraran y elevaran los costos de las matriculas e inscripciones, inventaran derechos pecuniarios y vendieran servicios; todo para ayudar a garantizar su funcionamiento.

Ante esto, se supondría que la reforma impulsada por el gobierno debería mitigar este problema, es decir, debería evitar que las universidades cobren ciertos costos a sus estudiantes y se conviertan en empresas que ofertan servicios; sin embargo, sugiere todo lo contario. El texto presentado al Congreso de la Republica refuerza y legitima la autofinanciación de las universidades públicas, es decir, insiste en que deben seguir cobrando y elevando el costo de la matriculas e inscripciones, inventarse algunos costos educativos y vender servicios (cursos especiales, diplomados, asesorías u otras).

3. La iniciativa no aumenta significativamente los presupuestos de las universidades públicas

Según el proyecto de reforma, el presupuesto de las universidades aumentará al ritmo del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), es decir tal y como crece la producción de bienes y servicios en el país durante un año. Desafortunadamente, esta producción no crece significativamente o si llegara a ser así, a la educación sólo le corresponde, como lo sugiere la reforma promovida por el gobierno, entre un 30% o 50% de este aumento. En términos más concretos, sí el PIB aumenta 9 puntos, entonces a la educación le tocaría un 3 o un 4.5.

El punto es que independiente del crecimiento del PIB, las universidades públicas seguirán funcionado con recursos estatales mínimos. Recursos que no resolverán ni responderán a las exigencias planteadas por el gobierno. Por el contrario, los presupuestos tendrán que nutrirse con los aportes generados por cada universidad.

ANTE EL ESTADO AGÓNICO DEL “FEDERICO”, LOS UNIVERSITARIOS SALIERON A MARCHAR

Con una movilización iniciada desde la Universidad del Tolima y cuyo recorrido se extendió por varios puntos de la ciudad hasta terminar en la Gobernación, los estudiantes de la facultad de Ciencias de la Salud salieron a protestar sobre el estado actual de la salud en el Tolima, y en especial por el crítico momento del Hospital Federico Lleras Acosta. Además de esta actividad, se sumó el gran interés que tuvieron los marchantes por sensibilizar al ciudadano ibaguereño sobre la crisis reinante.

Entre pancartas, consignas, y una plena disposición para visibilizar la problemática, los estudiantes de Enfermería y Medicina, salieron a las calles de la ciudad. Era un grupo considerable el que se lanzó a ventilar lo difícil que anda el único Hospital nivel 3, el cual está a punto de colapsar. Junto a ellos, también estuvieron algunos directivos de ANTHOC, profesores y estudiantes de la universidad quienes se solidarizaron con los compañeros convocantes. En completa calma y con una buena recepción por parte de los habitantes de Ibagué, esta movilización empieza a perfilar la que será la lucha por defender el centro de atención más importante del departamento.

DE LA MANO DE LOS TRABAJADORES ESTATALES DE IBAGUÉ Y EL TOLIMA, LOS UNIVERSITARIOS TAMBIÉN MARCHARON

En el marco del paro convocado por las centrales obreras del país, los universitarios de la UT, mayoritariamente los estudiantes, también se movilizaron masivamente por el hundimiento de la reforma a la ley 30.


Un numeroso caudal de jóvenes universitarios volvió a trastornar la normalidad de la capital tolimense. Desde las instalaciones de la única universidad pública del departamento, aproximadamente 2500 estudiantes enfilaron sus pasos hacia la sede del Sindicato de Maestros del Tolima (SUTET-SIMATOL) para continuar, junto con los docentes y trabajadores de otras entidades publicas, hacia la gobernación.

En esta ocasión, el descontento juvenil afloró a lo largo de la movilización por medio de consignas en rechazo a la reforma a la Ley 30, repudiando el gobierno neoliberal, es decir privatizador, de Juan Manuel Santos y visibilizando, ante los transeúntes y conductores de los distintitos vehículos, el problema actual de la de la educación superior: su posible mercantilización y privatización.

Desafortunadamente, la movilización no pudo concluir en el lugar presupuestado. El Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) acordonó la gobernación del Tolima para limitar el acceso de los manifestantes. Sin embargo, la contundencia de la voz de los estudiantes y trabajadores estatales de la ciudad y el departamento fue más voraz que la intimidante apariencia de los uniformados, logrando la resonancia esperada: un porción de la población ibaguereña se dio cuenta del rechazo generalizado de los universitarios al proyecto de reforma a la Ley 30 y la difícil situación de los trabajadores del Estado.

Contrario a las pretensiones de la fuerza pública, la marcha de los estudiantes retornó tranquilamente hacia la universidad. En el transcurso de la movilización no hubo un solo desmán, tan solo reiteradas provocaciones por parte de la policía y el ESMAD que no abocaron a confrontaciones. Inclusive, ante un gas lacrimógeno lanzado por los uniformados a la altura del CAI del estadio Manuel Murillo Toro, los estudiantes actuaron pacíficamente y siguieron su rumbo hacia la UT.

La razones

Con motivo a la movilización, Andrés Maldonado, integrante de la Organización Colombiana de Estudiantes (OCE) y participe en la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE), expresó a la AEP que “la Universidad del Tolima y en su conjunto los estudiantes universitarios del país estamos marchando en apoyo al gran paro cívico convocado por las centrales obreras, donde los estudiantes estamos uniéndonos (…) en contra de la nueva Ley de educación superior de Santos, por el programa mínimo y por la construcción de una ley alternativa de educación superior por parte de los universitarios colombianos”.

Asimismo, Miguel Espinosa, decano de la facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes de la Universidad del Tolima, expusó a la AEP las razones por las cuales los universitarios se movilizaron: “salimos a marchar en rechazo a un nuevo proyecto de ley de educación superior y en el cual el texto engañoso de la ley oculta finalidades que la sociedad colombiana debe comprender”.

Según Espinoza, una de las finalidades del proyecto de reforma es “que la educación deja de ser definitivamente un derecho para convertirse en un servicio. Al convertirse en un servicio, la educación asume la misma categoría que cualquier mercancía que se vende y se compra en el mercado”.

Otra de las finalidades es que la financiación de la educación “se deja parcialmente en la responsabilidad del Estado”, buscando que “las universidades, a través de contratos de asesoría y consultaría o de convenios o venta de servicios, pueda conseguir parte de su presupuesto”, expresó.

En este mismo marco, el directivo universitario declaró sobre la reforma que “en vez de fortalecer el presupuesto de las universidades estatales, el gobierno nacional fortalece los créditos para la educación a través del ICETEX y además queda con la posibilidad de transferir recursos del presupuesto del gobierno nacional a la oferta de educación en las universidades privadas”.

Finalmente, planteó que el problema de la cobertura de la educación superior no se va a resolver con la reforma planteada por el gobierno. “Es mentira que haya garantías de acceso a la educación superior porque como se sabe en cada programa que ofrece las universidades estatales solamente pueden ingresar entre 35 y 45 jóvenes así hayan 80, 100 o más que cumplan con las condiciones para ingresar a la universidad pública. Esto lo que quiere decir entonces es que la equidad en el acceso y la inclusión en la educación superior son una mentira en el texto de la Ley”.

CONTUNDENTE RECHAZO A LA REFORMA A LA LEY 30



Los estudiantes de la Universidad del Tolima reunidos en asamblea general, acataron el llamado al paro nacional planteado por la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE) como forma de exigir al gobierno central el hundimiento de la reforma que pretende mercantilizar y privatizar la educación superior en Colombia.

Tras la decisión del Ministerio de Educación Nacional (MEN) de radicar ante el congreso de la republica el proyecto de reforma a la Ley 30, el lunes pasado, variados grupos del estudiantado de la Universidad del Tolima interrumpieron indefinidamente sus actividades académicas para expresar su repudio ante esta determinación e impulsar el paro nacional universitario.

Aunque las carreras de Licenciatura en Matemáticas y Negocios Internacionales ya habían cesado sus actividades académicas debido a un sinnúmero de problemáticas particulares, ayer Miércoles en las horas de la tarde, el estudiantado en general ratificó el paro como el medio para enfrentar la reforma a la Ley 30 propuesta por el Gobierno de Juan Manual Santos.

En el marco de la asamblea, representantes de la mayoría de los programas de la universidad manifestaron sus posturas y propuestas sobre el paro y en aras de viabilizarlo. Una vez finalizado este ejercicio, la tendencia general se inclinó, de forma considerable, a favor de un cese de actividades académico asociado directamente con la movilización callejera para exigir el hundimiento de la iniciativa de reforma y la construcción de una nueva Ley de educación superior.

Al finalizar el evento, el coliseo en pleno (copado plenamente por estudiantes) expresó al unísono un grito de unidad contra la reforma neoliberal, en tanto la etapa de preparación del paro ya finalizó y comienza el verdadero pulso con el gobierno nacional.

La constituyente

Como eje transversal de la asamblea, el tema de la constituyente también se desarrolló. Puntualmente, el espacio la proyectó como un escenario para la construcción de una nueva universidad, de hecho la perfiló como el escenario más idóneo para elevar algunos insumos para una Ley alternativa de educación superior y para resolver la situación de la Universidad del Tolima.

La reforma y la apuesta de la MANE

Según el pronunciamiento de la MANE sobre la reforma radicada el pasado Lunes, “El articulado contenido en dicho proyecto va en contravía de la plena financiación estatal de las universidades, no garantiza el ejercicio real de la democracia y la autonomía, entiende la calidad básicamente como competitividad en el mercado laboral, no garantiza la cobertura total de la juventud excluida y marginada del sistema educativo y además se construyó sin la participación de la comunidad universitaria y la sociedad colombiana en general”.

Por estas razones, los estudiantes agrupados en la MANE “exigimos al Gobierno Nacional retirar inmediatamente el proyecto de ley para abrir paso a la construcción democrática de un nuevo modelo de educación en Colombia, en el cual sea el conjunto de la comunidad universitaria –ligada profundamente a la sociedad– quien defina el rumbo de la educación en el país. Por nuestro lado estamos convencidos que dicho rumbo ha de ser la plena e incondicional financiación por parte del Estado, el aumento de la calidad en función de los graves problemas sociales que aquejan a nuestra sociedad, la instauración de una verdadera democracia y autonomía al interior de las universidades y la plena cobertura educativa para la juventud colombiana”.

ESTUDIANTES DE LA UT CONTINÚAN PREPARÁNDOSE PARA LUCHAR CONTRA LA REFORMA A LA LEY 30

Los estudiantes del programa de Licenciatura en Lengua Castellana de la Universidad del Tolima siguen cualificando su lectura en torno a la situación de la universidad pública.

Mientras un grupo de jóvenes con tinta, plantilla y plancha en mano estampaban camisetas con motivos alusivos a la lucha contra la reforma y la Ley 30, otro grupo, el pasado 29 de Septiembre, escuchaba e intercambia algunas opiniones sobre la situación de la educación pública y el presente de la Universidad del Tolima.

Jaime Amaya, Elmer Hernández y Carlos Gamboa, profesores universitarios, conversaron con los estudiantes sobre los rasgos más sobresalientes de la crisis de la universidad y las opciones de lucha. Cada uno, y a su manera, postuló una visión sobre su actualidad. Visón que destacaba fundamentalmente el viraje operado desde los últimos gobiernos por convertir la educación en una mercancía susceptible de ser comprada y vendida.

Asimismo, los profesores subrayaron que de la mano de los cambios propiciados desde los gobiernos de turno, la educación se ha desnaturalizado. Desnaturalización que redunda, por ejemplo, en la perdida del horizonte de la universidad, en tanto no forma a los pocos individuos que en ella concurren como personas o ciudadanos, sino como meros profesionales.

Finalmente, los profesores Carlos Gamboa y Elmer Hernández destacaron las bondades de la constituyente universitaria instituida en recientemente en la Universidad del Tolima como una opción valida que puede contribuir a reformular los fundamentos de la educación y la universidad.