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LAS TAREAS DEL ESTUDIANTADO UNIVERSITARIO PARA EL SEMESTRE B DE 2011

El pasado 20 y 21 de Agosto se reunió, en la ciudad de Bogotá, la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE), máximo escenario de coordinación del estudiantado universitario de Colombia. Espacio en el cual centenares de estudiantes, por medio de sus organizaciones, representantes y voceros, trazaron el rumbo y horizonte de las actuales luchas estudiantiles.

A partir de una toma de posición respecto a la nueva Ley de Educación Superior propuesta por el gobierno de Juan Manuel Santos, el estudiantado, tanto de las universidades públicas y privadas del país, manifestó su indignación con la iniciativa gubernamental, en tanto pretende consolidar la educación como un servicio que se compra y se vende, así como ahondar la crisis de la universidad pública, y definió un conjunto de acciones para hacerle frente a esta nueva afrenta contra la educación superior.

La Mesa Amplia Regional Estudiantil (MARE), espacio de coordinación de las diferentes organizaciones y estudiantes universitarios de la región y en correspondencia con las conclusiones de la reunión de la MANE, a continuación sintetiza los elementos más importantes de este encuentro.

1. Es necesario emprender un proceso de movilización contra la nueva Ley de Educación Superior de Santos. Proceso cuyo propósito será el hundimiento de la iniciativa y la construcción de una propuesta de educación y universidad diferente a la que quiere imponer el modelo neoliberal.

2. La movilización estudiantil, a parte de traducirse en la respectiva agitación dentro de cada universidad publica y privada de la región, se deberá expresar el próximo 7 de Septiembre y 12 de Octubre. Fechas en las cuales tod@s l@s universitari@s deberán salir a las calles a expresar su repudio contra la nueva Ley de Educación Superior y a exigir su hundimiento por parte del gobierno.

3. En caso tal que el gobierno decida radicar ante el Congreso de la Republica la propuesta de ley, el Comité Nacional Operativo de la MANE definirá la hora cero para un paro nacional universitario por el hundimiento de la nueva Ley de Educación Superior impulsada por Santos.

4. Con el fin cohesionar las luchas estudiantiles por una mejor educación y una universidad diferente, la MANE construyó un programa mínimo basado en la financiación total de la educación, una verdadera autonomía y democracia universitaria, una educación de calidad, una política educativa que garantice la permanencia de los estudiantes en la educación superior y favorezca las posibilidades de disidencia, critica y movilización de los estamentos universitarios. Este programa será fundamental para la elaboración próxima de una nueva propuesta de educación y universidad radicalmente diferente a la existente.

5. En lo inmediato, la MARE propenderá por consolidarse como referente de coordinación de más organizaciones, representantes y voceros de los estudiantes para evitar la mercantilización de la educación y construir una nueva propuesta de educación superior para Colombia.

Asimismo, la MARE insta al estudiantado de la Universidad el Tolima a estar alerta contra una reforma lesiva al Estatuto Estudiantil. Reforma que tiene por objeto, entre otros elementos, limitar y judicializar la protesta universitaria. Todo con el ánimo de acallar las voces de protesta que ponen en evidencia el camino por el cual la actual administración ha hecho transitar la UT.

Para desarrollar efectivamente todo lo anterior, la MARE invita a todos las agrupaciones y expresiones del los estudiantes a participar en sus reuniones, dinámicas y acciones propuestas, con el fin de avanzar en la consecución de los fines propuestos.

MESA AMPLIA REGIONAL ESTUDIANTIL (MARE)

LO QUE DEJA LA “MANE” EN ESTA OCASIÓN

Por Juan Carrillo

Con una notoria participación de estudiantes de todo el país, la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE), celebrada el fin de semana anterior en Bogotá, proyectó un interesante itinerario de lo que será la actividad en defensa de la Educación colombiana en los próximos días.

Tuve la oportunidad de asistir y constaté la plena disposición del estudiantado por enfrentar la crisis actual que ha impuesto la política neoliberal; así como el crecimiento paulatino de los diferentes procesos organizativos presentes y el intento de unidad que cada uno de ellos expresó masivamente.

En las distintas mesas temáticas se determinó a modo de conclusión:

El hundimiento de la nueva Ley de Educación Superior, evitando así cualquier asomo de “negociación” amañada que muy seguramente desde las instancias superiores del gobierno nacional quieren efectuarse. No se entró al escenario de discusión en actitud derrotista. Por el contrario, el optimismo por hundir este proyecto legislativo, refleja un movimiento estudiantil con cierta madurez que es importante en estos momentos.

La movilización como táctica para lograr el hundimiento de la ley, en tanto la lucha por su derrocamiento debe darse en las universidades y centros de educación superior y exteriorizarse en la calle. Del mismo modo, la MANE proyectó una serie de movilizaciones importantes: la del 7 de septiembre –junto a FECODE– y el 12 de octubre, las cuales formalizan un calendario para la acción.

La necesidad de construir entre todos una propuesta de educación que corresponda con los intereses de la población colombiana. No solo se barajó la tesis de hundir el proyecto de ley impulsado por el gobierno de Santos, también se pensó en la elaboración de una normativa incluyente que ofrezca calidad al sistema educativo superior, con una financiación directa del Estado.

El carácter deliberativo y propositivo del espacio fue importante para creer que esta MANE sigue, como lo ha venido siendo, la tribuna que da legitimidad al estudiante situándolo como sujeto activo y potencial en su ardua lucha. Está logrando un reconocimiento como escenario ideal para la coordinación de procesos organizativos.

A fin de cuentas, el balance de esta cita estudiantil no pudo ser mejor.

LA VELETA APUNTA HACIA LA ORGANIZACIÓN Y MOVILIZACIÓN

Una vez más, la coyuntura propuesta por el gobierno de turno eriza los sentidos de algunas expresiones de los estudiantes universitarios. Desafortunadamente, esta sensación ha sido el motivo fundamental por el cual dichas expresiones, nuevamente, han vuelto a darse cita para repensar la lucha contra la privatización y mercantilización de la educación, y, de paso, perfilar un proyecto educativo radicalmente diferente al existente.

En esta ocasión, la nueva Ley de Educación Superior propuesta por Juan Manuel Santos sirve de eje articulador del estudiantado. Hoy, su carácter lesivo reúne a centenares de jóvenes universitarios en torno a su repudio y hundimiento, tal y como lo expresó la primera reunión de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE) efectuada el pasado 20 y 21 de Agosto en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas.

A este respecto, la mayoría de lecturas en torno a la reforma la tildan como perjudicial para con la educación superior: la nueva Ley la consolidaría como servicio que se compra y se vende; concretamente, abriría la posibilidad para que nuevas universidades (principalmente extranjeras) extraigan alguna ganancia a partir de la oferta y prestación del servicio educativo.

Además, la propuesta también afianzaría –como lo ha venido haciendo– la focalización de unos pocos dineros para incluir a los más pobres en la educación superior. Dineros que garantizarían el mediano funcionamiento de las universidades estatales o servirían para financiar, por medio de préstamos, la educación de ciertos estudiantes, tanto de universidades publicas como de privadas.

No obstante, estas resonancias no son tan contundentes en algunas universidades, particularmente en la Universidad del Tolima. El desconocimiento, el silencio cómplice de algunas expresiones de los estudiantes, la timidez de sus agrupaciones y hasta las tensiones existentes entre estas le otorgan al estudiantado el papel de mero espectador ante una coyuntura determinante para la educación colombiana. A todas luces, y en la perspectiva, estas condiciones dificultarán la inserción de los estudiantes de la UT al torrente de lucha contra la nueva Ley de Educación Superior, en tanto no expresan un sinsabor generalizado frente a la iniciativa gubernamental, y mucho menos la disposición y el compromiso necesario para manifestarse en contra de la Ley.

Por esto es indispensable aunar y redoblar esfuerzos para incubar las condiciones propicias que conduzcan al hundimiento de la nueva Ley. Las agrupaciones que actualmente confluyen en la Mesa Amplia Regional de Estudiantes (MARE) no pueden diluir sus energías en el crecimiento cuantitativo del espacio, por el contario deben procurar agitar los alcances e implicaciones del proyecto gubernamental en aras de organizar y movilizar al estudiantado. Así, el número de integrantes de la mesa se ampliará y expresará el descontento en torno a la nueva Ley de Educación Superior.

Esto sólo será posible en la medida en que las MARE y sus integrantes desarrollen los derroteros trazados por la primera reunión de la MANE. El actual momento no requiere de vacilaciones. Una reforma nefasta se avecina para la educación y el esfuerzo conjunto de los elementos más consecuentes del movimiento estudiantil de la UT representará un aporte significativo para repudiar y hundir la nueva Ley de Santos.

CONTRA LA CORRUPCIÓN, LOS SEÑALAMIENTOS Y LA PERSECUCIÓN EN LA UT

De la mano de los casos del clientelismo y corrupción en los que está involucrada la administración de Jesús Ramón Rivera y que inevitablemente fueron destacados por El Nuevo Día y El Tiempo, la persecución, estigmatización y judicialización de sus detractores y críticos vuelve a campear en la Universidad del Tolima como mecanismo de defensa de los intereses de unos pocos.

Así lo pusieron en evidencia algunas expresiones de los estudiantes y de los profesores por medio de una concentración en el parque Ducuara de la universidad efectuada ayer 23 de Agosto. Mitin que elevó una voz de repudio contra “la corrupción y el clientelismo que se vive actualmente en la universidad (…) y contra la persecución laboral y sindical que ha venido ejerciendo como chantaje contra la protesta ciudadana”, como lo expresó Julio Cesar Carrión, director del Centro Cultural de la UT y principal objeto de persecución.

Todo esto se ha traducido, como lo plantearon las voces de los participantes en la concentración, en medidas punitivas contra quienes han cuestionado la actual administración, su carácter corrupto y han propugnado por mejorar las condiciones académicas de la universidad; concretamente, se ha expresado en la apretura de procesos disciplinarios con perspectivas judiciales en aras de mitigar el descontento y el sinsabor frente al rumbo de la UT.

A todas luces, procedimientos como estos representan la incapacidad de la administración de Rivera por operar cambios que conduzcan a la UT por caminos diferentes a los que ha transitado. Ahora sólo falta la reforma del Estatuto Estudiantil –la cual ya se esta cocinando– para cerrar la tenaza contra las voces dicientes y críticas que pretenden una universidad radicalmente distinta a la que existe.

UNIVERSITARI@S: A RECHAZAR Y HUNDIR UNA NUEVA LEY NEOLIBERAL

Durante los días 20 y 21 de Agosto del presente año sesionó la primera reunión de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE). Encuentro que, de conformidad con sus objetivos, proyectó una agenda común de lucha contra la nueva Ley de Educación Superior y perfiló la construcción organizativa y programática de los estudiantes universitarios.

En las instalaciones de la Universidad Distrital francisco José de Caldas de Bogotá más de 600 estudiantes universitarios de la gran mayoría de universidades públicas y privadas del país discutieron y concretaron la ruta de acción del movimiento universitario para enfrentar y contrarrestar la nueva Ley de Educación Superior propuesta por Juan Manuel Santos, y, en general, las intensiones por consolidar la educación como un servicio.

El carácter lesivo de la propuesta de Santos, expresado en que consolidaría la educación superior como un servicio transable, concretamente en que abriría la posibilidad para que nuevas universidades (principalmente extranjeras) extraigan alguna ganancia a partir de la oferta y prestación del servicio educativo, articuló las visiones e intensiones de los participes del evento en torno a la necesidad de movilizar al estudiantado para rechazar y hundir la nueva Ley de Educación Superior del gobierno.

No obstante, la movilización no se limitará a contrarrestar la nueva Ley gubernamental, a su vez implicará la construcción de una propuesta de educación superior diferente a las tendencias que hoy predominan en este ámbito. Básicamente, una iniciativa que rescate el papel del Estado en su financiación total, perfile una verdadera autonomía universitaria, reivindique una educación de calidad, garantice la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo y favorezca las posibilidades de disidencia, critica y movilización de los estamentos universitarios.

Estas dos grandes banderas del movimiento estudiantil universitario serán desarrolladas a través de variadas acciones. Movilizaciones, asambleas universitarias y actividades de agitación harán parte de las iniciativas próximas de los universitarios. Todas en aras de involucrar al estudiantado a la lucha por contrarrestar la ola neoliberal en el ámbito educativo y allanar el camino hacia una nueva educación superior.


Por lo pronto, y de conformidad con las conclusiones de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, es menester enfilar los esfuerzos para preparar expresar un repudio contundente contra la nueva Ley de Educación Superior el próximo 7 de Septiembre a través de una movilización nacional al lado de la FECODE y los estudiantes de secundaria.

PARA NO NAUFRAGAR

El pasado 6 de Agosto, varios representantes estudiantiles pertenecientes a la AIRE (Asociación Ibaguereña de Representantes Estudiantiles) e integrantes de expresiones organizadas de los estudiantes de secundaria y voceros de organizaciones estudiantiles de la Universidad del Tolima se dieron cita para concretar variadas actividades que redundarán en el fortalecimiento de la asociación y la movilización estudiantil.

En medio de diferentes puntos de vista sobre las reivindicaciones de los estudiantes de secundaria y su quehacer, la reunión perfiló algunas acciones pertinentes: interactuar con los representantes estudiantiles de los colegios de la ciudad en aras de integrarlos a AIRE, preparar una amplia reunión para abordar las problemáticas principales de los estudiantes y otras.

AIRE: un referente para la resistencia y la lucha

Aunque las acciones programadas hacen parte del fortalecimiento de la asociación, es indispensable comprender que este fortalecimiento, si se pretende efectivo, sólo es posible en tanto los actuales integrantes de AIRE y quienes orbitan a su alrededor hagan visible la situación actual del estudiantado de Ibagué y las razones por la cuales esta es así. A partir de este ejercicio, los personeros y demás representantes ampliarán su visión acerca de los problemas de los jóvenes en los colegios y será posible ganarlos para la asociación.

En este sentido, AIRE debe pensarse como un referente para la defensa de los intereses de los estudiantes y presentarse como tal; no puede constituirse en un mero punto de encuentro para realizar eventos o corear las actividades programadas por la alcaldía municipal; por el contario, debe convertirse en el faro de los estudiantes de secundaria con la capacidad de recoger su inconformidad y encausarla en función de mejorar su situación concreta y futura.

Entre el querer, el deber y el poder

Desafortunadamente, concebir la AIRE como un referente de resistencia y lucha implica sopesar lo inmediato con lo necesario. En correspondencia con su principio fundacional, la asociación surgió con el firme propósito de defender la educación pública. Por lo tanto, se supone que todas sus acciones deben orientarse en función de este propósito.

Pero, ¿Cómo hacerlo en este momento? Hoy por hoy, y junto a los problemas concretos de los jóvenes de los colegios, el actual gobierno pretende limitarles la posibilidad de acceder a la educación superior, en particular a la universidad publica. Entonces, ¿Por qué no pensar e involucrar a AIRE en la lucha contra la nueva ley de educación superior propuesta por el gobierno de Juan Manuel Santos?

Sin embargo, si AIRE vuelca su mirada hacia esta lucha, entonces ¿Qué pasará con las problemáticas concretas de los estudiantes de secundaria?

Es un problema difícil, el cual implica sopesar lo inmediato con lo necesario. En este caso lo inmediato es hacerle frente a las intensiones privatizadoras y mercantilizadotas del actual gobierno, y lo necesario es generar cambios que resultan los problemas concretos que tienen los estudiantes en el interior de cada colegio. ¿Cómo proceder?

Si la AIRE pretende defender la educación pública, entonces debe, en correspondencia con la necesidad de proyectarse como un referente de resistencia y lucha, desplegar una amplia labor en función de develar las causas por las cuales los estudiantes padecen ciertos inconvenientes. Por consiguiente, la asociación debe lanzarse a dialogar con los estudiantes sobre lo que ocurre en cada colegio, las razones por lo que esto pasa, los responsables y la posible soluciones.

En este marco, también debe insistir hondamente en las implicaciones que traería para los jóvenes de secundaria la aprobación de la nueva ley de educación superior, puntualmente porque les negaría, aún más, la posibilidad de acceder a la universidad.

En lo inmediato

En el marco de las exigencias que impone el momento y la necesidad de fortalecer la AIRE, las acciones definidas deben asumirse como un pretexto para ampliar el número de integrantes de la asociación e involucrarlos en las dinámicas de resistencia y lucha actuales. Concretamente, la AIRE debe ganar a más representantes para la construcción de un pliego de peticiones de los estudiantes de secundaria de Ibagué y para la lucha contra la reforma a la actual ley de educación superior.