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CARTA ABIERTA A LOS CANDIDATOS A LAS REPRESENTACIONES ESTUDIANTILES DE LA UT


Compañeros:

Somos una corriente de opinión integrada por estudiantes de la universidad y, a su vez, una organización estudiantil vinculada a la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU-Colombia). Nuestro trabajo se ha expresado en el desarrollo de apuestas periodísticas y comunicativas tendientes a brindar otra mirada acerca de la realidad, así como a impulsar en la UT las orientaciones de la FEU-Colombia, desarrollando iniciativas que correspondan a la situación de la universidad.

Nos dirigimos a ustedes con motivo al proceso que protagonizarán próximamente. Como bien lo saben, ustedes han tomado la determinación de disputarse la representación del estudiantado ante los consejos de algunas facultades de la universidad y ante los Consejos Académico y Superior; es decir, han tomado la decisión de poner en la palestra pública sus nombres, trayectoria académica y reputación para que el estudiantado los elija como su representación ante estos organismos.

Y como ya están desempeñando un rol adicional al de estudiante: hoy son candidatos a una representación, creemos oportuno subrayar que la empresa en la que se embarcaron debe significar –por encima de sus intereses personales o de su filiación política– un rédito para el estudiantado. Aunque un lugar en un Consejo de Facultad un Académico o un Superior –a nuestro criterio– no va a representar la solución a los problemas de los estudiantes y muchos menos de la universidad, si creemos que el papel que les corresponde desempeñar, incluso desde el momento de la campaña, debe ser totalmente decoroso y en sintonía con la solución de los problemas más agudos del estudiantado y de la universidad.

Por esta razón, los convocamos a trabajar de manera mancomunada desde el momento en que salgan elegidos como representantes. Desde nuestro ángulo, los estudiantes que integran los diferentes consejos no deben andar cada uno por su lado, si realmente aspiran a “representar” a los estudiantes y sus intereses. En este sentido, creemos totalmente oportuno que desde el día en que la universidad haga públicos los resultados de las elecciones, los estudiantes elegidos conformen una coordinadora de representantes estudiantiles que funcione permanentemente como un escenario de articulación, estudio y elaboración política.

Igualmente, llamamos a que cada candidato incorpore dentro de su futuro accionar (de llegar a ser representante estudiantil), las tareas programadas por el movimiento estudiantil universitario. Teniendo en cuenta que la educación superior y la universidad pública están frente a graves amenazas, consideramos que entre todos deben hacer un esfuerzo conjunto por encarar las afrentas contra la universidad. Por ejemplo, hoy requerimos el esfuerzo de todos por visibilizar las implicaciones de la Ley de Inspección y Vigilancia aprobada en diciembre del año pasado, necesitamos un accionar articulado de cara a la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo (PND), el cual es nocivo para la educación superior, y urgimos de una movilización permanente contra la gobernación, porque insiste en desfinanciar la UT.

Por ultimo, y atendiendo al animo unitario que esperamos transmitirles, el accionar de todos también nos debe permitir repensar la reglamentación de la universidad frente a la participación del estudiantado en la toma de decisiones. Desde nuestra perspectiva, los convocamos a promover la derogación, construcción y elaboración de una propuesta de una nueva reglamentación que dinamice y amplíe la participación política del estudiantado de la Universidad del Tolima, ya que los mecanismos actualmente existentes limitan la incidencia de los estudiantes en las decisiones transcendentales de la universidad y las facultades; en otras palabras, los invitamos a que conjuntamente y desde las representaciones impulsemos un proceso de construcción de nuevos mecanismos de participación, toma de decisiones e incidencia en la institucionalidad universitaria, el cual desemboque en una nueva reglamentación, en un consejo estudiantil o similar y en nuevos canales de entendimiento con las dependencias universitarias. Agradecemos la atención prestada y estaremos pendientes a sus respuestas, criticas y aportes.

Fraternalmente:

AGENCIA ESTUDIANTIL DE PRENSA (AEP) FEDERACIÓN DE ESTUDIANTIL UNIVERSITARIOS (FEU-COLOMBIA)

Su-vErsiÓn-Es: LA VOZ DE QUIENES NO HAN TENIDO VOZ

En el afán de brindarle a los jóvenes de Ibagué un medio a su servicio, tres generaciones nos dimos a la tarea de inventarnos una excusa para visibilizar sus miradas, percepciones, concepciones… sus versiones


Como propuesta radial, nos dimos a la tarea de inventarnos un pretexto para que quienes nunca han sido escuchados, por el contrario han sido perseguidos, estigmatizados y hasta violentados, nos encontremos con el fin de hilar un dialogo sobre esas cosas que no hablan los medios oficiales o refieren de forma tendenciosa. La idea –según nuestra cabeza– es explorar temas y problemas velados o tergiversados, convocando a los involucrados o a quienes tienen miradas diferentes sobre estos procurando hablar sin tapujos, ediciones y restricciones. En otras palabras, le apostamos a rasgar todos esos velos que han puesto en las mentes de las gentes, los cuales les impide ver, entender y comprender la existencia de la diferencia en nuestra ciudad.

La palabra de los otros, en este sentido, es determinante y fundamental. Sin su presencia y voz, creemos que nos es imposible construir nuevas versiones acerca de la realidad. Por lo tanto, insistimos permanentemente en propiciar una charla amena y cordial, la cual se exprese por los micrófonos del programa y cuyos protagonistas sean nuestros invitados muy en correspondencia con nuestra pretensión: constituirnos en la voz de quienes no han tenido voz.

Nos vemos todos los sábados de 9:00 a 10:00 am por Tu Radio, la Radio de la UT.

SIN PARTICIPACIÓN E INCIDENCIA, UNA UNIVERSIDAD NO ES AUTÓNOMA


La universidad pública, durante las dos últimas décadas, ha tenido que sufrir los vejámenes impuestos por la Ley 30 de 1992. El resquebrajamiento su misión última: la búsqueda permanente del conocimiento, es un solo una muestra, por cuanto la Ley le ha apuntado a convertir la universidad pública en un negocio y no en un espacio desde el cual se pretende permanentemente el saber.

La Universidad del Tolima, en este marco, no ha sido la excepción. En los últimos años su comunidad estudiantil ha sido protagónica al elevar un reiterado malestar al respecto, pues ha sido –en varias oportunidades– relegada aun segundo plano en la búsqueda del conocimiento. En otras palabras, la posibilidad de la que gozan el estudiantado de integrar un cuerpo autónomo, el cual tiene la posibilidad de autogobernarse en algunos aspectos y en especial en la pretensión del saber, ha sido desconocida y menospreciada con el pasar de los años.

El ejemplo más cercano se expresa en la imposibilidad que tienen los estudiantes de incidir en el curso de la universidad. Se supone que el estatuto general y el estatuto estudiantil, normas rectoras en la UT, establecen mecanismos para garantizar que los estamentos y, en particular, los estudiantes influyan en el rumbo de la universidad. Sin embargo, y con el pasar de los años, estos mecanismos se han tornado cada veza más obsoletos, por cuanto profundizan el divorcio entre los estudiantes del común y quienes deberían ser su voz en los organismos académico-administrativos de la UT. Por lo tanto, la posibilidad de incidir notablemente en las decisiones trascendentales de la universidad se frustra.

Junto a esto, el oportunismo acompañado de prácticas corruptas, fraudulentas y clientelares, han viciado la posibilidad del estudiantado para influir en el curso de la universidad. El esquema de democracia representativa impuesto por la Ley 30 y las normas rectoras de la UT, a parte de generar un divorcio entre los estudiantes, ha impregnado de vicios la posibilidad de pensar la universidad como un proyecto académico, científico y en función de la sociedad. Incluso, la participación de los estudiantes en la elección de las autoridades universitarias ha estado medida por clientelas engordadas con favores y privilegios académicos, así como con promesas y apoyos monetarios a cuanto proyecto aparezca. En este sentido, la posibilidad de recrear el ejercicio de la autonomía universitaria se torna muy lejano.

En estas condiciones, es necesario superar los esquemas de participación e incidencia actualmente existentes y diseñar unos nuevos. Como los estudiantes no pueden seguir siendo meros espectadores de la cotidianidad de la universidad, es necesario desatar una fuerza transformadora orientada a cambiar las normas existentes que limitan la ingerencia de los estudiantes en la vida universitaria, como también orientada a construir unos nuevos mecanismos que garanticen de la influencia del estudiantado en el curso de la UT.

Los estudiantes de la universidad de Córdoba en 1818 fundaron las bases de una universidad moderna y esencialmente autónoma. El estudiantado de la Universidad del Tolima no puede ser inferior a esta premisa y le corresponderá revitalizar la autonomía mancillada por la Ley 30 y demás medidas implementadas por Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, promoviendo nuevos mecanismos de participación, influencia y toma de decisiones en aspectos centrales para la búsqueda permanente del conocimiento desde la UT.

LA SIMPLE SUSCRIPCIÓN DE UNOS ACUERDOS NO VA PRODUCIR UN CAMBIO EN LAS POLÍTICAS GUBERNAMENTALES

La superación de las causas originarias de los levantamientos armados en Colombia, así como la posibilidad de operar un cambio en las políticas gubernamentales de cara a la construcción de una paz con justicia social, no dependerá exclusivamente de los acuerdos que se logren entre el gobierno nacional y las FARC-EP, sino “de un movimiento social y político que respalde lo que se está acordando” y presione el cambio, así lo afirmó a la AEP el profesor e investigador Jairo Estrada Álvarez en el marco de su visita a la Universidad del Tolima y la inauguración del séptimo ciclo de la Cátedra Libre: temas y problemas de nuestro tiempo.

Jairo Estrada Álvarez, profesor, investigador e integrante de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Victimas (CHCV) creada por la mesa de conversaciones de La Habana. Foto: AEP.

Sin titubeos, profesor Jairo fue enfático al señalar que los verdaderos alcances del proceso de paz en curso entre el gobierno nacional y las FARC-EP dependerán de la capacidad del pueblo para cohesionarse y ejercer un tipo de presión que conduzca a la concreción de un acuerdo de paz, así como salde las deudas eternas que han tenido las clases dominantes con las clases subalternas; de no ser así, se asistiría a “una revolución pasiva o a un cambio para que todo siga igual”. En este sentido el dialogo y los acuerdos entre el gobierno y la insurgencia de las FARC-EP –dice el profesor– entrañan una potencia dinamizadora y transformadora que podrá expresarse plenamente desde que exista una apropiación social del proceso que se adelanta en Cuba.

A propósito de la potencia transformadora de los diálogos de paz, Jairo Estada ubicó su pertenencia de desatar tal potencial en el momento actual, por cuanto el gobierno insiste en transitar en contravía de lo pactado en La Habana. Como los “diseños del Plan Nacional de Desarrollo –siguiendo al profesor Jairo– apuntan a reforzar el modelo económico neoliberal, a reforzar el enfoque extractivisa (…) a dar continuidad de las políticas de mercantilización en diversos ámbitos de la vida social”, es perentorio que el movimiento social y popular colombiano asuma el momento actual como un campo en disputa, es decir como un escenario en el que está en juego la posibilidad de detener el proyecto económico de las clases dominantes e instaurar unos cambios. Por lo tanto, la acción mancomunada de las diferentes fuerzas sociales y políticas actuantes en el país son la garantía de un acuerdo garante de la paz estable y duradera y de una transformación en el orden económico y político.

En aras de corresponder a este cometido, el profesor Estrada también fue incisivo en que la potencia transformadora que eventualmente desate los diálogos de paz deberá canalizarse en un proceso constituyente. Desde su punto de vista, “en el país hay múltiples dinámicas constituyentes que han resultado y que han estado articuladas con movilizaciones sociales y populares importantes (…) Incluso, los diálogos de La Habana son expresivos de una dinámica constituyente, por cuanto allí está resultado un nuevo derecho inherente a las negociaciones entre las partes”; sin embargo, transitan trayectorias separadas que, si se encuentran, gestarían un proceso de transformación del orden constitucional, el cual y por obvias razones debe converger en una Asamblea Nacional Constituyente.

En definitiva, la mirada del profesor Estrada nos invitó a rodear el dialogo que se teje en La Habana, documentándonos y forjando un torrente social y político capaz de empujar los cambios que allí se están gestando, pero también capaz de profundizarlos hasta lograr una transformación sustancial de la constitución y la leyes existentes.

CONVOCATORIA | COLABORA CON LA AEP


En desarrollo del proyecto Reconstruyendo la memoria: 60 años de historias no contadas sobre el activismo estudiantil en la Universidad del Tolima, requerimos de estudiantes dispuestos a colaborar con su ejecución, aportando su ingenio y pluma creativa.

Perfil: necesitamos estudiantes activos de la UT a quienes se les facilite relacionarse con otras personas y estén dispuestos a entrevistar, fotografiar, filmar y componer textos escritos. No importa el programa académico que actualmente curse

Disponibilidad necesaria: 4 horas semanales durante 6 semanas

Fecha limite de la convocatoria: 23 de marzo de 2015

Resumen del proyecto: con motivo al 60º aniversario de la Universidad del Tolima, la comunidad de la UT volverá sobre el papel desempañado por los rectores, su crisis, los desafíos que impone la situación política actual y el “postconflicto”, omitiendo otros elementos que –muy probablemente– serán subestimados o ignorados. Por esta razón, desde la Agencia Estudiantil de Prensa (AEP) pretendemos explorar los eventos más significativos del activismo estudiantil en la universidad en el marco de sus 60 años de funcionamiento, como un aporte a la reflexión que brotará al respecto. En aras de lograrlo, desde la AEP presupuestamos desarrollar un trabajo periodístico, especialmente de contextualización, dialogo y sistematización de los principales episodios que marcaron el activismo estudiantil en la UT. La finalidad: proporcionar varias versiones consultables que constituyan puntos de referencia para abordar un tema tan dispendioso como el relativo a la historia de los movimientos estudiantiles.

Los interesados, por favor enviarnos un mensaje al perfil de la Agencia Estudiantil de Prensa (AEP) en Facebook.