Con la firma de unas reglas de juego, la constitución de una mesa de negociación, el establecimiento de unos tiempos y la concreción de unos compromisos mínimos, culminó la segunda reunión entre el campesinado agrupado en la Mesa Nacional Agropecuaria y Popular de Interlocución y Acuerdo (MIA-Nacional) y el gobierno de Juan Manuel Santos.
Chaparral-Tolima: epicentro de una de las acciones de respaldo a la instalación de la mesa de diálogo y negociación con el gobierno nacional. Foto: AEP. |
La suscripción de un acuerdo entre los campesinos de la MIA-Nacional y Angelino Garzón, los gobernadores de Nariño, Cauca, Tolima, y los defensores del pueblo de Cauca y Valle el pasado 8 de septiembre, dibujó un espejismo que los medios de comunicación oficiales reprodujeron insistentemente: el Paro Nacional Agropecuario y Popular había culminado, y los campesinos habían desistido de su lucha. Lamentablemente, la reunión celebrada (ayer) el 17 de septiembre contrarió esta aparente realidad, ya que demostró que los campesinos seguían al frente del cañón, insistiendo en la concreción de una salida a sus principales problemas.
Y no fue para más. Las conclusiones del reciente encuentro fueron contundentes. Sin renunciar a ninguna de sus apuestas centrales, el campesinado agrupado en la MIA-Nacional logró sentar al gobierno de Juan Manuel Santos en una mesa de negociación, bajo una propuesta metodológica puntual y, en especial, alrededor de los temas y problemas expresados en Pliego Nacional de Exigencias Agropecuarias y Populares radicado el 8 de agosto ante el ministerio de agricultura.
En este sentido, el esfuerzo de millares de campesinos y agricultores colombianos, quienes durante un mes estuvieron en las principales vías del país, hoy es retribuido con la formalización de una mesa de negociación entre unos voceros nacionales de la MIA-Nacional y varios ministros y funcionarios del gobierno. Retribución que se traducirá en varias reuniones de la mesa en cuestión, comenzando el próximo jueves 23 de septiembre en la ciudad de Medellín y culminando el 12 de diciembre en Neiva, y cuyo objetivo es abordar y solucionar los problemas que actualmente los caracteriza.
EL RESPALDO TAMBIÉN SE SINTIÓ EN EL TOLIMA
Al igual que en otros departamentos, los campesinos no fueron ajenos a la instalación de la mesa nacional con el gobierno. En Chaparral, Dolores, Ibagué y Armero, centenares de labriegos y agricultores se hicieron sentir. Mientras los doce voceros de la MIA-Nacional estaban en Popayán con el gobierno nacional, centenares de pequeños productores, a través de marchas, concentraciones y copamiento de alcaldías, rodearon el esfuerzo encabezado por la MIA-Nacional.
“Se hizo una marcha de más de 250 personas, entre campesinos y comerciantes, impulsada por los compañeros del municipio de Dolores. Asimismo, se realizó una marcha y un acercamiento a los medios de comunicación en Chaparral-Tolima. Nosotros acá estuvimos pacíficamente al frene de la gobernación con carteles, banderas y un carro bien adornado con diferentes alimentos del campo traído de Cajamarca, y donde participaron compañeros de Cajamarca, compañeros de Coello-Cocora, Tapias, Peñaranda, Rovira, Roncesvalles, San Antonio y de acá algunas organizaciones sociales y populares, entre ellas los trabajadores de la salud”, acotó Luis Flórez, uno de los participes del Paro Nacional Agropecuario y Popular en el departamento.
TODAVÍA ESTA PENDIENTE LA INSTALACIÓN DE LA MESA DEPARTAMENTAL
Según el acuerdo del 8 de septiembre, la formalización de la mesa nacional con el gobierno implica la instalación de una mesa departamental entre la MIA-Tolima y el gabinete de Luis Carlos Delgado Peñón. Sin embargo, este acuerdo no se ha cumplido: el gobernador del Tolima ha hecho caso omiso al llamado y, en especial, al compromiso que pactó en Popayán.
Al respecto, Flórez manifestó refiriéndose al gobernador Delgado Peñón: “él en la reunión que se hizo en cabeza del vicepresidente de la republica en la ciudad de Popayán se comprometió a sentar la mesa departamental y así se comprometieron varios gobernadores del país. Entonces nosotros queremos que él nos cumpla y le diga a las comunidades cuándo se va a sentar la mesa”. Esto con el fin de no repetir experiencias ya vividas –como lo sugirió Flórez– ya que no es la primera vez que el gobernador del Tolima le incumple a los campesinos: “en el paro de octubre del año pasado se firmaron unos acuerdos con puño y letra de él y a este momento no le ha cumplido a los campesinos”.
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