Estudiantes de la Universidad del Quindío en la plaza de Bolívar de Armenia. Foto: estudiantes de la UQ. |
Los estudiantes de la UQ no han sido ajenos a las problemáticas que vive su Alma Mater y el país en general. Esto ha justificado un proceso de movilización constante desde el mes de octubre. Mes que registró diferentes tipos de manifestaciones llenas de creatividad, alegría y muchas ganas de cambiar el curso de la universidad y la realidad inmediata de los territorios.
Los antecedentes de este estallido se remontan a inicios de octubre. Durante los primeros días del mes, los estudiantes levantaron un pliego de exigencias y conformaron una mesa de diálogo y negociación con la rectoría. Infortunadamente, un viaje furtivo del rector estancó el funcionamiento de la mesa y, con esto, el tramite de la exigencias del estudiantado, quienes reclamaron –una vez más– una solución a los altos costos de las matrículas, el aumento de los profesores de tiempo completo, un mejor bienestar universitario, una autonomía real, mayores niveles de democracia y la modificación de la universidad como prestadora de servicios a la sociedad. El desentendimiento de la rectoría aumentó el malestar de los estudiantes y, con ocasión al paro del 21N, la variedad de formas de protesta estudiantil inundaron la universidad y las calles de Armenia.
Gran parte de estas manifestaciones se han desarrollado en atención a unas reivindicaciones locales y en apoyo a las exigencias del paro nacional, es decir en contra de las políticas de muerte del gobierno de Duque. A partir de todas estas protestas protagonizadas por el estudiantado, la administración universitaria de la UQ en cabeza del rector José Fernando Echeverry Murillo le ha apostado a deslegitimar, perseguir y poner en peligro al estudiantado. La arremetida del ESMAD del pasado 22 de noviembre fue una muestra de esto último, porque la vida de todas y todos los que alzaron su voz de inconformidad con los malos manejos que se le dan al interior de la institución fue puesta en peligro.
A raíz de las jugadas sucias del rector orientadas a ablandar al estudiantado amparándose en la brutalidad del ESMAD y en las mentiras, las y los estudiantes se declararon en paro indefinido el 22 de noviembre; además, tomaron la decisión de sumarse al paro nacional atendiendo al llamado de otros sectores sociales y populares de Armenia, los cuales levantaron el rechazando el actual gobierno nacional. Posteriormente, y con todas las desacertadas acciones emprendidas por la administración, el 2 de diciembre el estudiantado reunido en asamblea general declaró persona no grata y peligrosa para los estudiantes de la UQ al actual rector. Asimismo, ellos exigieron su renuncia por la manipulación mediática que le ha dado a todo este proceso de movilización, donde pusieron en peligro a los estudiantes y el profesorado realizando actividades evaluativas fuera del campus como también por la persecución emprendida contra los sindicatos de trabajadores y profesores de la universidad.
En medio del desconocimiento del proceso de movilización, la administración hizo una campaña sucia denominada '+ Amor por la UQ'. Esta ha pretendido utilizar a todos los trabajadores guiados por mentiras para ponerlos en contra del estudiantado. La campaña aduce que los estudiantes son los responsables por no dejarlos trabajar cuando las puertas del campus siempre han estado abiertas para desarrollar sus labores.
Pese a esto, en la UQ se la levantado un movimiento estudiantil en movilización constante. Su resistencia y persistencia le han permitido enfrentar el fascismo y a la arremetida una administración que nunca escucha a los demás estamentos; asimismo, ha puesto en evidencia que la dirección sólo responde a unos intereses clientelistas y burócratas de la clase política tradicional del Quindío.
El momento al que asiste el estudiantado de la UQ es especial. En este momento está en un doble enfrentamiento. Por una parte, libra una batalla contra los intereses ajenos a la vida académica y que han doblegado el papel de la universidad. Por otra, suma su fuerza en contra de un gobierno sordo cuyas políticas tienden a beneficiar a unos pocos. Todo esto perfila al estudiantado como una conciencia crítica de los quindianos y, quienes estamos a su alrededor, no podemos ser inferiores en su apoyo, aliento y acompañamiento.
1 comentario:
No hay que perder la lucha, sé que están preocupados por qué el volumen de individuos ha decaído, ellos haran su lucha desde sus ciudades de origen, recuerden que la UQ esta conformada por más del 50% en estudiantes de otras regiones del pais, porque somos pocos y con mucho esfuerzo los Quindianos con la fortuna de estar en la academia, por ello y porque la u debe estar enfocada en pro al desarrollo local de cada departamento, esto con el fin de generar progreso, por eso armenia es tan desempleada, porque falta que seamos muchos más con la posibilidad de estudiar, porque solo la educación construye sociedades,por eso está no se debe mercantilizar, matrículas súper caras y yo fui beneficiado por bienestar, así que no lo digo por mi, lo digo por los que quisieron y no pudieron.
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