Ibagué, 12 de Marzo de 2013
Doctor:
JOSÉ HERMAN MUÑOZ
RECTOR
UNIVERSIDAD DEL TOLIMA
De antemano, agradecemos la atención prestada a nuestra primera nota y las líneas dedicadas a esta.
Atendiendo a nuestra petición expresada en la primera carta abierta y al no obtener una respuesta concreta a dicha petición, insistimos en continuar con el intercambio epistolar a través de esta segunda nota. Nos mostramos insatisfechos con el contenido de su misiva, porque no abordó ninguno de los cuestionamientos y afirmaciones expuestas en nuestra 1ª carta abierta, por tanto, creemos oportuno recrear el diálogo fijando una posición sobre sus planteamientos, sin perder de vista algunos elementos que ya subrayados.
La carta del 30 de Noviembre nos propone juntar esfuerzos en la perspectiva de reorientar el actual curso de la universidad, a partir de la confrontación de ideas; por esto, señala:
(…) ningún tema es vedado ni es planteado a espaldas de los actores vitales de la construcción de la nueva universidad. Hoy consideramos la academia como el lugar para repensar y gestionar el conflicto. El lugar para encontrarnos como actores sociales, el lugar de puertas abiertas al diálogo, el encuentro humano y la elaboración colectiva de los proyectos de futuro hacia un nuevo país.
No somos indiferentes a esta propuesta. Tras una larga administración que negó la confrontación de ideas sobre la vida universitaria, su iniciativa merece de alguna atención. Sin embargo, creemos que el diálogo, la negociación de sentidos y la construcción de acuerdos con los actores universitarios, entre ellos las dinámicas estudiantiles, no debe enmarcarse dentro de las prioridades señaladas por su gobierno, sino alrededor de unos temas comunes tendientes a contrarrestar las afrentas contra la universidad pública y, si es posible, transformar nuestra institución.
Hoy por hoy, la necesaria actualización que exigen de la Universidad del Tolima, pasa por lograr una correspondencia con las tendencias predominantes en materia educativa. Por lo tanto, en ese marco es poco factible repensar la universidad como lo plantea la Mesa Amplia Nacional Estudiantil u otras manifestaciones del movimiento estudiantil.
Esto no tiene por propósito desmeritar su intención. Tan solo pretende poner al descubierto que al margen de los compromisos adquiridos por su administración, los esfuerzos a aunar deben conducir a auscultar las razones de la crisis universitaria, proyectar el fortalecimiento del movimiento universitario y perfilar la transformación de la institución desde la escala microsocial y/o desde el nivel macrosocial; de lo contrario, y corriendo el riesgo de equivocarnos, la universidad se adecuará a las necesidades del capital y del régimen político actual.
No obstante, ubicamos un punto de encuentro: en lo inmediato, tanto Usted como nosotros queremos que los temas y problemas de la universidad sean temas y problemas comunes y cotidianos de la mayoría de los actores universitarios. Por esta razón, Usted reivindica el diálogo y agencia espacios de debate, mientras nosotros nos esmeramos por escribir, informar y polemizar sobre la vida de la UT, así como lo hacen las demás agrupaciones estudiantiles, pero esto no es suficiente.
Con base en este punto de encuentro, creemos perentorio encausar las energías posibles para poner a hablar a los estudiantes sobre los asuntos y dilemas de la universidad. Consideramos urgente que se abran nuevos y verdaderos escenarios tendientes a popularizar los debates acerca de la universidad; es decir, creemos oportuno que parte de los esfuerzos de su administración faciliten la realización de actividades político-académicas como foros con invitados de talla nacional, la sinterización de las visiones acerca de los problemas de la universidad por medio de revistas, periódicos, etc., u otras iniciativas.
De la mano a la anterior formulación, planteamos la necesidad de no sujetar la universidad a las pretensiones del modelo económico vigente. Así como otros lo han hecho, sumamos nuestra voz a la exigencia de no doblegar la actividad académica e investigativa de la UT a los proyectos que pretenden explotar los recursos naturales del departamento y el país; por lo tanto, lo llamamos a negarse a cualquier iniciativa presentada por las empresas que pretenden explotar oro, el recurso hídrico o petróleo. Entre esto, le expresamos nuestra preocupación por el predio que tiene la UT en la reserva forestal Galilea, en el Oriente del Tolima, y nuestra negativa a cualquier proyecto de sísmica y explotación petrolífera allí.
Finalmente, lo instamos a que preste una importante atención al papel de la universidad en la actual coyuntura del país. Lo que ocurre en la Habana-Cuba no puede depender de la interpretación de los medios de comunicación más influyentes del país y la región. La universidad debe ayudar a que sus estamentos accedan a una mirada distinta sobre ese diálogo, debe permitir esclarecer las posiciones sobre la paz y dimensionar la importancia de insistir en una paz con justicia social. Por consiguiente, solicitamos de su administración toda la voluntad para sacar adelante cualquier iniciativa tendiente a agitar el debate en cuestión, como las constituyentes regionales por la paz con justicia social u otras como foros, ciclos de charlas o la movilización del 9 de Abril por la paz con justicia social, en defensa de lo público y por la soberanía.
Agradecemos la atención prestada.
Esperamos una respuesta apropiada y pertinente a los planteamientos postulados.
Atentamente:
AGENCIA ESTUDIANTIL DE PRENSA, AEP
Adscrita a la Federación de Estudiantes Universitarios de Colombia, FEU-Colombia
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