En la Universidad del Tolima, el costo total de la matrícula comprende tres rubros mínimos: su valor, los derechos complementarios y el Internet. Sin embargo, a los estudiantes –por como va la universidad– les va a corresponder asumir otros costos, como les ocurrió a los estudiantes de Enfermería.
En función de preparar y convocar una jornada académica dedicada a la “Actualización en Procesos Básicos de Enfermería”, el pasado martes 28 de febrero, los estudiantes de este programa solicitaron ante la Oficina de Desarrollo Institucional (ODI) de la UT el préstamo de uno de unos de sus auditorios. Karen Andrea Rodríguez, estudiante de Enfermería de la Universidad del Tolima, y quien efectuó este trámite manifestó que la respuesta de los funcionarios de la ODI no fue satisfactoria: “la orden de la rectoría era cobrar por el préstamo de auditorios”, indicó quien la atendió.
Ante esta situación, Karen Andrea expresó su insatisfacción diciendo que “no estaba de acuerdo con esa medida (…) ya que nosotros somos estudiantes, no personas ajenas a la institución”. El funcionario de la ODI replicó señalando que algunos estudiantes, quienes solicitaron en el pasado estos espacios, trataron mal las instalaciones; por lo cual, no era posible facilitarles el auditorio. Y, para agilizar el préstamo del espacio, el funcionario de la dependencia instó a Karen Andrea a que se dirigiera a la decanatura de su facultad o a la dirección de su programa, ya que estos pueden gestionar dichas instalaciones con mayor facilidad. Proceso que se puede gestionar con una carta.
Si las cosas siguen así, la universidad asistirá a una profundización de las estrategias de autofinanciación, en función de atenuar su grave crisis y, en general, la crisis de la educación superior colombiana.
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